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Brahms por Freire

PARA EL MEJOR RECUERDO

Jueves 22 de Julio de 2010, Teatro Colón

Escribe: Donato Decina (ACMA)

 

 

Sexto concierto del ciclo de abono a cargo de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires

Director: Giancarlo Guerrero.

Solista: Nelson Freire (Piano).

Programa:

- Brahms: Concierto para Piano y Orquesta Nº 2 Op 83 en Sí Bemol Mayor.

- Prokofieff: Sinfonía Nº 5 en Sí Bemol Mayor Op. 100 (Teatro Colón-22/07/10).

 


Ante una sala desbordante de público, como en las grandes noches, la expectativa general rondaba ante la nueva presentación del gran pianista brasileño Nelson Freire, quien en esta oportunidad, nos vino a ofrecer su interpretación de una de las más grandes obras del repertorio para la combinación Piano/Orquesta.

 

Acometer el Segundo de los Conciertos de Johannes Brahms es una empresa en sí misma y no sólo por la expectativa puesta en el solista, sino también, observar el rendimiento de la Filarmónica Porteña, la que parece ir de a poco, recuperando el sonido de otrora, que pareció haberse perdido en todos estos años de andar deambulando por otros ámbitos, algunos de los cuales hasta resulta impropio considerar como lugares para desarrollar ciclos de conciertos.

 

También, apreciar qué marco le brindaba y qué respuesta recibía de los músicos la batuta de Giancarlo Guerrero, maestro nicaragüense radicado en Costa Rica y ahora titular de la Nashville Symphony de Estados Unidos, a quien conociéramos hace algunos años en la accidentada temporada programada por la dupla Capobianco-Alcántara. En aquella oportunidad, interpretó la Metamorfosis sinfónica sobre un tema de Carl María Von Weber, de Paul Hindemith, con discreto resultado, por lo que no se entiende el sentido de esta nueva convocatoria suya para esta temporada y, aún menos, para acompañar a semejante solísta.

 

Pero vayamos por partes. La Concepción de Freire de Brahms es espectacular. Ubicada toda desde un punto de vista intimista es tan increíble como las versiones más vehementes de otros distinguidos colegas suyos y nos demostró que así también, puede ser posible. Los dos movimientos centrales fueron la prueba más acabada de ello, permitiéndose un discurso chispeante en el Allegretto de cierre y un sólido acople con la orquesta en el movimiento inicial. De todos ellos sin dudas, fue el expresivo andante del tercer movimiento, como en toda la producción de Andantes Brahmsianos, la cumbre de toda la noche, permitiendo además el lucimiento de Carlos Nozzi, violoncello solista, en el solo inicial del mismo.

 

Vaya también un reconocimiento a Mariano Rey en clarinete y toda su fila y a Néstor Garrote y la línea de Oboes por el magnifico desempeño en este pasaje. Freire mostró una vez más, la solidez de su técnica y su notable expresividad. Guerrero mantuvo contenida a la Orquesta, dando un aceptable marco a la obra, no permitiendo el desborde, pero dejando la sensación que el conjunto podía dar más, a pesar de alguna destemplanza en las cuerdas al inicio de la obra. Ovación justiciera para Freire y como Frutilla del Postre, la magnífica transcripción para Piano de la Danza de Orfeo y Eurídice de Glück con un Freire tal cuál es. Acaso sea ésta la actuación más intensa en el Colón desde su reapertura.

 

Lo que siguió en la segunda parte fue una buena versión de la Quinta Sinfonía de Serguei Prokofieff, la que podría haber tenido mejores resultados de no ser por la innecesaria gestualidad y sobreactuación de Guerrero a lo largo de la obra. En gestualidad e histrionismo sobran los ejemplos, Bernstein fue el director cumbre, pero lo hacía desde el sentimiento y el compromiso. En Guerrero da la impresión que semejante parafernalia de gestos es "Pour la Galerie", por ejemplo, ¿era necesario tomar la batuta como un puñal y marcar una frase del segundo movimiento como si fuese la escena de la ducha de "Psicosis" de Hitchcock, lo que motivó que los músicos se miraran entre sí ,dentro de lo permitido, en forma risueña? Más allá de ello, destacó el rendimiento de la fila de Cornos que encabezó Fernando Chiappero, más un correcto ajuste de todo el grupo. El Colón debería tomar nota de todas estas cosas. Los antiguos abonados, esos que disfrutaron a Hager, Decker, Dutoit, Ötvos, Comissona hace no mucho tiempo, entre otros, merecen mucho más.

 

 

Donato Fabián Decina (ACMA)

 

Nelson Freire durante la interpretación del concierto de Brahms

 

 

 

Freire y Guerrero agradeciendo los aplausos del público