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16º Concierto de la Filarmónica de Buenos Aires

 


Brillante actuación del joven violinista Nemanja Radulovic

Teatro Colón

11 de Noviembre de 2010

Escribe Andrés Hine (ACMA)

 

 


Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.

Director: Günter Neuhold.

Solista: Nemanja Radulovic,(violín).

 

Programa:

Mucillo: Corpus Christi: visiones del Grial;

Tchaikovsky: Concierto para violín y orquesta, op. 35;

Schumann: Sinfonía Nº 4 en Re menor op. 120.

 

                                        

Ya en las funciones finales del ciclo de conciertos de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, se presentó el director alemán Günter Neuhold y quien fuera el gran atractivo de la velada: el violinista Nemanja Radulovic, quien imprimió un brillo especial a la función.


Como inicio del programa, se pudo escuchar Corpus Christi: Visiones del Grial, del compositor argentino Luis Mucillo, en carácter de estreno mundial. Una composición de algo más de diez minutos, en tres movimientos, que utiliza toda una paleta orquestal en la que prevalecen las tonalidades oscuras sobre las brillantes. Al finalizar, el compositor, presente en la sala, recibió respetuosos aplausos del público.


La primera parte se completó con el Concierto para violín, de Tchaikovsky, en la que el joven violinista serbio,  Nemanja Radulovic, fascinó al público y a los mismos miembros de la Filarmónica. Abordó la pieza con carácter y estilo y su personalidad en el fraseo, ejerció un fuerte magnetismo. Logró sonidos plenos y una variedad de matices. Las ovaciones no se hicieron esperar y ante un público extasiado, Radulovic las retribuyó con una sarabanda de Bach fuera de programa.


Tras el intervalo, se pudo escuchar la Cuarta Sinfonía, de Schumann, ofrecida en reemplazo a la  Sexta Sinfonía de Shostakovich, originalmente anunciada, ya que el Günter Neuhold consideró que no había tiempo suficiente de ensayo como para preparar esa obra de Shostakovich. Neuhold dirigió la Cuarta con la debida precisión. Los músicos le respondieron y el resultado final fue satisfactorio.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fotos: Arnaldo Colombaroli