Mucho entusiasmo en la apertura de la temporada de Pilar Golf
Virginia Tola aplaudida en Musica Proibita
28 de Abril de 2012
Pilar Golf
Escribe: Graciela Morgenstern
       Musica proibita. Virginia Tola,  soprano, Fernando Pérez, piano, Víctor Villadangos, guitarra.Obras de Ovalle, Martini, Tosti,  Puccini, Catalani, López Buchardo, Guastavino, Moreno Torroba, Oliva, Valverde,  Asenjo Barbieri y Moreno Torroba. (Ciclo de Conciertos Pilar Golf, 28 de  abril).
      Sin duda, luego de su presentación con Plácido Domingo en el Obelisco, Virginia  Tola, quien ya venía desarrollando una carrera internacional y era muy conocida  en el medio, adquirió popularidad con el gran público.  
      Con un auditorio  colmado y mucha expectativa, abrió la temporada de Conciertos Pilar Golf el  pasado sábado 28 de abril. Junto a ella, dos excelentes músicos: el pianista Fernando Pérez y el guitarrista Víctor Villadangos. 
      El programa estuvo  anunciado como ecléctico y en verdad, lo fue. Bajo el título Musica  proibita,    estuvo integrado básicamente, por canciones de  repertorio francés, italiano, argentino y latinoamericano e incluyó sólo dos  arias de ópera. 
      La primera parte comenzó con Azulao, de Jaime Ovalle. Luego, la cantante lució gran  delicadeza y expresividad en dos piezas de repertorio francés: Plaisir  d'amour de Jean Paul Égide  Martini y Chanson de l’adieu, de Paolo  Tosti. Pero su punto fuerte en esta primera etapa fueron las obras  italianas, Malia, de Tosti,  y Musica  proibita, de Gastaldon  que le dio nombre al espectáculo, en las que su canto pudo expandirse y aunque  con un vibrato incipiente pero aún bajo control, mostró su  musicalidad y refinamiento. El público  aplaudió calurosamente.
      El brevísimo momento dedicado  a la ópera comenzó con una excelente versión del Intermezzo de Manon  Lescaut de Puccini, interpretado con tanta sensibilidad y  nervio por el pianista Fernando Pérez,  que casi no se extrañó a la orquesta. De esta misma ópera, la soprano cantó In  quelle trine morbide, seguida por Ebben, ne andrò lontana de La Wally de Catalani, enfatizando el aspecto dramático de ambas  partituras.
      La segunda parte fue  dedicada a la música hispanoamericana. Tola se desempeñó con solvencia dentro  de este repertorio, adaptando las tonalidades vocales para dar la intención  precisa de cada obra. Se escucharon dos canciones de Carlos López Buchardo: Prendiditos de la  mano y Si lo hallas, y dos del santafesino – al igual que la cantante  – Carlos Guastavino. Ellas fueron Pampampa y Pueblito, mi pueblo.  También se pudo apreciar el magnífico arte del guitarrista Víctor Villadangos, de gran lucimiento en un fragmento  de la Sonatina de Moreno Torroba.  Villadangos también acompañó a la joven soprano en  Antonio Vargas Heredia y Ojos  verdes. Dos momentos de zarzuela: la Canción de la Paloma de El barberillo de Lavapiés y Tres horas antes del día de La Marchenera cerraron  el programa anunciado. Mientras que a manera de bis, Tola  interpretó la Milonga calabacera de Williams  y Estrellita del mexicano Manuel Ponce, ambas muy  celebradas por el público. Tal vez  hubiera se esperaba un programa más lanzado,  con más arias de ópera. Sin embargo, fue éste un buen comienzo para una  temporada que aparece como muy prometedora.




