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Con la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse en el teatro Colón

 

Musica Francesa de Antología

Teatro Colón

21 de mayo de 2012

Escribe: Carlos Ure

 

 

Ficha técnica:
Debussy: Preludio a la siesta de un fauno

Ravel: Concierto para piano y orquesta, en sol mayor

Berlioz: Sinfonía Fantástica, opus 14.

 

Bertrand Chamayou, piano

Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse (Tugan Sokhiev).

André Cluytens, Georges Prétre y Michel Plasson fueron los artífices de la Orquesta estable del Capitole, el teatro lírico de la ciudad de Toulouse, a partir de su conversión en 1945 en organismo también sinfónico con sede en el Halle aux Grains, tan bien descripto en su momento por Jorge Lavelli. Después de su primera visita, que tuvo lugar en 1990, la exitosa agrupación francesa retornó ahora a nuestro medio, presentándose el lunes, en el Colón, en segunda función de abono del Mozarteum Argentino, entidad que como se sabe celebra este año su sexagésima temporada.


PIANO EXCELENTE
Con programa consagrado por entero al repertorio galo, el conjunto del Languedoc fue conducido en esta ocasión por Tugan Sokhiev, quien inició la velada con el "Prélude ˆ l"aprés-midi d"un faune", de Debussy, en cuya exposición, sutil, delicada en sus imágenes impresionistas, compuesta casi colorísticamente por planos de pictóricas interrelaciones, la Orquesta lució una transparencia de texturas de muy alto nivel.


El Concierto en sol mayor, de Ravel, fue traducido luego por el joven pianista Bertrand Chamayou, también de Toulouse, quien no obstante alguna percusión de raíces un tanto jazzísticas, mostró de todos modos mecanismo de excelente agilidad y precisión y absoluto dominio del teclado.


Acompañado por un grupo que reveló nervio y ajuste, fue obvio que el fraseo de este instrumentista de ascendente carrera debería ser algo más meditado y profundo; pero ello no desacreditó su toque neto, el elocuente uso de los pedales, la belleza del sonido.


MAESTRO ASCENDENTE
En la segunda parte de la sesión el maestro osetio plasmó una versión de la Sinfonía Fantástica que se caracterizó por la particularidad de su concepto.


La "Orchestre Nacional du Capitole", por su lado, sobresalió debido a su maleabilidad y la tersura envidiable de su cuerda alta, la depurada robustez de violoncellos y contrabajos, así como también por el metal esmaltado y sin estridencias de sus catorce bronces (las tubas fueron un ejemplo de registro limpio) y la calidad de algunas maderas.


Director de importancia creciente en Europa, Sokhiev desplegó en este tramo la magnífica obra de Berlioz a través de una re-interpretación definida por permanentes contrastes de tiempos y gradaciones. Muy lento por momentos ("Sueños - Pasiones - Escena en el campo"), en los que buscó el efecto por intermedio de empastes contenidos de fina plasticidad y excesiva recurrencia a esfumaturas y pianíssimos, impetuoso, brillante, veloz en otros (el paradigmático vals y la "Noche de Aquelarre"), de trazo superenérgico, este enfoque afectó como es de imaginar la unidad del discurso musical. En síntesis: se trató de una idea distinta, que pareció antes que otra cosa, enderezada a demostrar una personalidad singular.