Una versión para disfrutar
Teatro Avenida
Viernes 15 de Marzo de 2013
Escribe: Graciela Morgenstern
      Compositor: Wolfgang Amadeus  Mozart
      Libreto: Lorenzo da Ponte  (estrenada en 1790) / 
  Dirección musical: Juan Casasbellas
      Puesta escénica: Pablo  Maritano 
  Elenco: 
Fiordiligi: Oriana Favaro
Dorabella: Cecilia Pastawski
Despina: Marisú Pavón
Ferrando: Iván Maier
Guglielmo: Norberto Marcos
Don Alfonso: Omar Carrión
Escenografía: Andrea Mercado
      Vestuario: Sofía Di Nunzio
      Iluminación: José Luis Fiorruccio
      Producción: Buenos Aires Lírica
  
Nuestra opinión: muy buena
Con una versión de “Cosí fan tutte” para el disfrute comenzó la temporada de Buenos Aires Lírica, en el Teatro Avenida. Esta ópera es un ejemplo indiscutible del periodo italiano de Mozart, en simbiosis con la particular filosofía de Da Ponte. Un contenido de sátira burlona está presente en la propuesta que plantean el compositor y el libretista, al describir la intimidad del alma de las mujeres, a las que hace referencia el título generalizador: Así hacen todas. La música es una de las más bellas de la producción operística mozartiana y el libreto enuncia críticas y alusiones a los cambios producidos en la sociedad del siglo XVIII de manera eficaz.
      El espectáculo fue en general, altamente eficaz,  caracterizado por un elenco homogéneo. Oriana Favaro desplegó cuidadoso estilo  mozartiano. Fue emotiva en su aria Per  pietá, en la que obtuvo mejores resultados que en Come scoglio, dejando expuesta en esta última, algunas dificultades  para alcanzar los extremos de su cuerda. En general, mostró musicalidad, además  de una buena interpretación dramática. Cecilia Pastawski fue una Dorabella comunicativa  y refinada, de voz un tanto liviana pero con canto seguro y emisión franca. El  barítono Norberto Marcos realizó una labor esmerada en el rol de Guglielmo,  tanto en la faz vocal como actoral. En tanto, el tenor Ivan Maier como Ferrando  exhibió elegancia en su canto y gran calidad en su juego histriónico, mostrando  distinción en el fraseo de Un aura  amorosa.
      Uno de los pilares de esta versión es sin duda,  el Don Alfonso de Omar Carrión, quien pone  toda su experiencia, teatralidad y excelente técnica al servicio del personaje,  enfatizando algunos parlamentos de tono humorístico que dieron gracia y  picardía al contexto general de la ópera. El otro pilar fue la desopilante  Despina de Marisú Pavón quien, con total desenfado y dando muestras de una gran  versatilidad,  encarnó todos los  personajes en los que la picaresca mucama se transforma para participar de la  trama. Fue chispeante y divertida y en su aria Una donna a quindici anni  tuvo la levedad y delicadeza requerida. 
      El Coro Buenos Aires Lírica tuvo un buen desempeño en su  breve intervención. En tanto, Juan Casasbellas al frente de la orquesta,  respetó el temperamento chispeante de la partitura. Muy meticuloso en el  cuidado del equilibrio en los diferentes planos sonoros, puso especial énfasis  en la concertación de voces e instrumentos. Condujo con el ritmo deseado, dando  frescura y agilidad a la obra.
      En el plano visual, la puesta en escena de Pablo Maritano  fue muy creativa y brindó un sinfín de situaciones jocosas que el público celebró.  Con el uso de la caja escénica sobre el escenario, Maritano hace un juego  escénico inteligente, en el que incluye y excluye determinadas situaciones. Su  equipo se completa con la escenografía de Andrea Mercado, el vestuario de Sofía  Di Nunzio y la iluminación de José Luis Fiorruccio, quienes contribuyeron, en  sus respectivos ámbitos,  a la gran  eficacia de la producción escénica. Un público entusiasmado aplaudió  calurosamente este espectáculo, digno de ser visto.



