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El milagro de Venezuela

 

Escribe: Eduardo Balestena

 

 

En la edición 2013 del Festival de Salzburgo hubo una muestra fotográfica en una sala del Grosses Festpielhaus; se componía de retratos en blanco y negro de alumnos de El sistema, elproyecto venezolano de enseñanza y difusión de la música que involucra actualmente a unos cuatrocientos mil niños y jóvenes, en muy diversas especialidades,y también la edición de una revista que, bajo el título El milagro de Venezuela incluye un artículo sobre la gestación del proyecto; un reportaje a José Antonio Abreu e historias de vida. Vamos a tomar conceptos e información del referido artículo.

 

Misión Música
El nacimiento del proyecto se produjo en el distrito central de La Candelaria, en Caracas, cuando el 12 de febrero de 1975, quince atriles con las partes de la Pequeña Música Nocturna de Mozart habían sido dispuestos en un garaje subterráneo. Fue el comienzo de un movimiento destinado a cambiar la vida de todos los días en Venezuela.


La iniciativa fue del maestro José Antonio Abreu. Nacido en Valera, en 1939, que estudió economía, obteniendo su doctorado en 1961; le siguieron sus estudios musicales en piano; clave; órgano y dirección orquestal. Aunque su situación profesional era buena, lo preocupaba que muchos jóvenes de Venezuela carecieran de perspectivas, en particular, los que vivían en barrios de las afueras y tenían pocas posibilidades de superar las barreras sociales que les impedían el acceso a la formación musical. Había además pocas casas de venta de artículos musicales en el país.


Deseaba crear una orquesta juvenil y aunque solo once músicos habían respondido a su llamado inicial aquel doce de febrero, pronto pudo formar una orquesta a la que todos los jóvenes pudieran unirse, y para el tercer ensayo había cerca de setenta músicos con los cuales poder compartir su sueno de formar un organismo que tuviera los estándares más altos.


En lugar de estudiar individualmente, los alumnos lo hacían todos juntos, varias veces a la semana y los mayores podían brindar su experiencia y conocimientos a los menores.


Abreu fijó el primer concierto para el 30 de abril y, restando muy poco tiempo de ensayo, planeó una gira en México.


El primer concierto fue un éxito. Debido a sus contactos, consiguió que el ministro del exterior venezolano llevar a cabo la función en la propia residencia oficial del ministro, la Casa Amarilla. Fue allí que la Pequeña música nocturna de Mozart fue interpretada por primera vez frente a una audiencia.


Luego de ello creó el Conservatorio de Música Simón Bolívar, donde llevar a la práctica sus ideas acerca de la educación musical, a la que concebía de una manera muy diferente a la tradicional.


Otro éxito significó que la orquesta fuera aceptada como organismo del Teatro Teresa Carreño, que estaba en construcción. El siguiente paso estuvo dado por lograr que directores internacionales fueran invitados para conducir conciertos. Durante la gira mexicana Abreu tuvo un acercamiento con el famoso compositor Carlos Chávez, quien dirigió a la orquesta en la inauguración de la nueva sala de conciertos. Al mismo tiempo, Abreu trataba de convencer a administradores y políticos de organizar escuelas musicales en los barrios. El último paso decisivo fue que el gobierno venezolano sostuviera la orquesta a través del Ministerio de Salud y Asuntos Sociales. Fue así lanzada la idea de construir escuelas de música a lo largo del país, para niños de grupos sociales con dificultades.


El 15 de junio de 1977 Abreu abrió el primer Núcleo e Yaracuy, y el segundo el 2 de agosto en Guayana. No se trataba sólo de crear la mejor música posible sino también de dar a los niños y jóvenes nuevas perspectivas y una atmósfera formativa comunitaria. En junio de 1978, Abreu inauguró  el tercer núcleo en el Estado de Trujillo, la región de la cual provenía su familia. Pidió apoyo al presidente Carlos Andrés Pérez y el concierto de gala de la orquesta fue organizado para el 6 de junio de 1978, oportunidad en la cual Abreu anunció  el cambio de nombre por el de la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar. Paralelamente formó la fundación para financias el proyecto, organizada en 1979 bajo el nombre de El Sistema.


Con el creciente número de estudiantes de música se produjo el incremento en la demanda de instrumentos. Abreu encontró la solución consiguiendo que luthiers internacionales viajaran a Venezuela para formar a constructores locales de instrumentos. También fueron organizados talleres para instrumentos de bronce y de vientos. El aprendizaje para constructor de instrumentos fue libre y fueron ofrecidas becas.


Las mismas oportunidades para todos         
El movimiento creció con el surgimiento internacional de músicos talentosos, como Gustavo Dudamel, quien comenzó tocando violín en un Núcleo antes de convertirse en director. También fue un hito la aceptación en la Orquesta Filarmónica de Berlín de Edicson Ruíz, quien estudió contrabajo en El Sistema.


Cualquier  niño o joven que pudiera probarse a sí mismo en la escuela de música tendría la chance de unirse a una orquesta regional; los mejores ejecutantes serían recomendados para una orquesta nacional juvenil. Desde la creación del conservatorio de música Simón Bolivar, en 1995 se ofreció un programa universitario con un doctorado.


Además, la Orquesta Nacional Infantil fue fundada en 1995. Pocos anos más tarde, ello condujo a una segunda Orquesta Juvenil Simón Bolívar, bajo la batuta de Dudamel. Otros directores, como Claudio Abbado y Sir Simon Rattle.


Existe una permanente colaboración con la Orquesta Filarmónica de Berlín; de quince a veinte músicos viajan regularmente a dictar master clases en Venezuela. Con el creciente número de artistas solicitados para ir a Venezuela, la idea de El sistema viaja alrededor del mundo y ha sido copiada por Gran Bretaña; los Estados Unidos y Portugal.


Hoy, casi 400.000 niños en Venezuela asisten a las escuelas de música de El Sistema , ellos cantan en coros, se dedican a la música tradicional  y a la dirección orquestal.


Para conmemorar el trigésimo aniversario fue construido en Caracas el  Centro de Acción Social por la Música. Tiene noventa salas de ensayo; una auditorio para música de cámara con 400 asientos y una sala de conciertos con capacidad para 1.100 personas.


El 2001, Abreu recibió el Premio al Sustento Bien Ganado, un premio Nobel  alternativo, por su trabajo, que honra una vida de logros que ha dado una nueva vida a cientos de miles de niños y jóvenes
De este modo, en Venezuela cada niño tiene la oportunidad de aprender un instrumento o cantar en un coro en una escuela de música del Estado. La música de convirtió en una parte esencial de la vida diaria de niños y en un requerimiento para su existencia. “La música debe ser reconocida como una fuerza que conduce el desarrollo social en el mejor sentido. Después de todo, en la música convergen altos valores: solidaridad, armonía, empatía. Es capaz de unir a comunidades y expresar sentimientos positivos”, señala el maestro Abreu.


Desde aquel primer ensayo con once músicos, en 1975, a tener una presencia en las salas más importantes de mundo, con grandes orquestas capaces de abordar los repertorios más demandantes y hacerlo con una madurez  que sorprende en organismos juveniles, tener una larga variedad de formaciones y coros, hay un enorme camino en el que ha sido posible el descubrimiento y la capitalización de mucho talento y trabajo.
Todo ello viene a probar que la música es un motor de cambios.

 

Eduardo Balestena
http://www.d944musicasinfonica.blogspot.com