“Adriana Lecouvreur” en el Avenida por Buenos Aires Lirica
     Teatro Avenida 
Viernes 6 de Mayo de 2014
      Escribe:    Néstor Echevarría
          
    
      Francesco Cilea: Adriana Lecouvreur (Milán, 1902)
Dirección Musical: Carlos  Vieu
    Puesta en Escena: Crystal  Manich
Elenco: Virginia Wagner, Eric Herrero, Adriana Mastrángelo, Omar Carrión, Sergio Spina, Christian Peregrino y elenco
Coro Buenos Aires Lírica y orquesta.
En las coordenadas de la ópera verista italiana -la “giovane scuola” surgida a finales del siglo XIX- encuadra la personalidad del compositor calabrés Francesco Cilea (1866-1950). Autor de ocho óperas, contando las inéditas, su trascendencia está signada fundamentalmente por “Adriana Lecouvreur”
      Estrenada  en el teatro Lirico de  Milán en 1902,  basada en la obra de Scribe y Legouvé,con el concurso del libretista italiano  Arturo Colautti, alude a  la  afamada actriz de la Comédie-Francaise  del   700  parisino, que en la  narrativa  argumental .ciertamente  novelesca,  muere envenenada por las  flores enviadas  por la  envidiosa princesa de Bouillon,quien rivaliza  por el amor del conde Maurizio de Sajonia.
      La  música de Cilea tiene perfiles veristas   asociados a un melodismo siempre grato y recurrente,con reiterados  “leitmotiv” e influencias puccinianas. lo cual la hizo popular en el repertorio  lirico  mediante grandes protagonistas.
      Buenos  Aires Lirica la presenta en el Avenida  por segunda vez,a nueve años de distancia,  en una versión escénica de innegable  prolijidad y gratos perfiles, contando con la  puestista estadounidense Crystal Manich , que  movió con destreza las acciones argumentales,   con el aporte de una escenografía grata y eficiente de Noelia González  Svoboda , un vistoso vestuario de Lucia Marmorek y la oportuna iluminación de  Rubén Conde.
      La  dirección musical de Carlos Vieu acertó también con el estilo y los  rasgos de la partitura del autor calabrés, al  frente de una orquesta que sonó en ocasiones algo estridente en los bronces  (por la posición en palco avant-scéne) pero en general cumpliendo una labor  realmente ponderable. El coro de Buenos Aires Lirica que prepara y conduce Juan  Casasbellas,  esta vez en una mas acotada  intervención , estuvo competente y bien ajustado en su escena del tercer acto.
      Yendo  al análisis de los cantantes, la protagonista Virginia Wagner mostró eficacia en  el rol central y mas que en la emblemática aria   de entrada lució en “Poveri fiori” con  sentida comunicación y buenos recursos vocales,
      completando  una intervención digna de encomio.
      También  la faena de la mezzosoprano uruguaya Adriana  Mastrángelo (la vengativa princesa de Bouillon) tuvo relieve y expresividad en  su línea cantable y actoral,con alguna tendencia estridente en las notas  extremas.
      Prometedor  ,entre tanto,  el desempeño del tenor  brasileño Eric Herrero, en su segunda temporada con la entidad. Algún perfeccionamiento  en la línea de canto y articulación sería ventajoso para redondear  el  buen  color y homogeneidad de su órgano vocal y sus   condiciones ,reveladas en  arias como  “La dolcissima effigie”, cuya melodía sirve por ejemplo  de leitmotiv del personaje que creara en el  estreno mundial el gran Caruso.
      Bien  en carácter el desempeño vocal y escénico de Omar Carrión como el director de  la Comédie,  también de Christian  Peregrino y Sergio Spina y eficaces  los  demás integrantes de las partes de flanco, Eugenia Coronel,Griselda  Aldano,Mauro Di Bert,Wakter Schwarz y Juan Feico, para completar  una producción que vuelve a revivir  con acierto los méritos de la ópera de Cilea.



