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Con el Mozarteum - Daniel Barenboim y la West-Eastern Divan Orquestra

 

De lo clásico a lo moderno

 

Teatro Colón

Miércoles 13 de Agosto de 2014

 

Escribe: Andrés Hine

 

Mozart: Obertura de “Las Bodas de Fígaro”, K 492

Ayal Adler: Resonating Sounds (estreno mundial el pasado lunes 11 de Agosto)
Kareem Roustom: Ramal (estreno mundial el pasado lunes 11 de Agosto)

 

 Ravel:
- Rapsodia española, 
- Alborada del gracioso, 
- Pavana para una infanta difunta  
- Bolero.

 

Orquesta West-Eastern Divan dirigida por Daniel Barenboim

 

Como parte del ciclo de conciertos brindados por el Mozarteum, se presentó la West-Eastern Divan Orquestra en un programa muy parecido al que fue ofrecido el Lunes 13. En este caso, era la última función de una serie que viene presentando el Maestro Barenboim a lo largo de las últimas dos semanas, que incluyeron no sólo estas funciones para Mozarteum sino también el ciclo Festival de Música y Reflexión, para el Abono Estelar y fragmentos de Tristán e Isolda, como parte de la Temporada Lírica Oficial del Teatro Colón.

 

El programa comenzó con la Obertura de "Las Bodas de Figaro", pieza que, como en ocasiones anteriores permitió que la orquesta se luciera con una partitura conocida, mostrando asi la variedad de tonos, tiempos y harmonias 'clásicas' de la cual es capaz.

 

Siguieron dos obras que habían recibido su estreno mundial dos días antes, pero en esta ocasión se invirtió el orden de presentación.

 

Primero se escuchó "Resonating Sounds" o "Sonidos Resonantes", título adecuado para esta pieza pues se trataba más de un conjunto de sonidos que de música. Del programa de mano y según el mismo compositor, "Los intérpretes se ven envueltos en la utilización de varias técnicas colorísticas avanzadas, como puede ser tocar muy cerca del puente en las cuerdas, realizar glisandi y trémolos microtonales y más. Estas técnicas crean una rica experiencia auditiva de colores y matices cambiantes, gracias a su permanente fusión unas en otras". Descripción acertada. La orquesta mostró gran flexibilidad y variación tonal, supuestamente acercándose a las intenciones del compositor que, al hallarse en la sala, subió al escenario para recibir el agradecimiento del público.

 

Luego se escuchó "Ramal" de Kareem Roustom. En esta pieza la orquestación es mas tradicional, con transiciones dinámicas y emocionales originales y atractivas. Nuevamente, del programa de mano, y según el compositor "Si bien la obra no fue diseñada en base a un programa, sus vaivenes emocionales y metros cambiantes, reflejan la inestabilidad de este mundo y, específicamente, la devastadora situación actual en Siria". Continuando su excelente labor, la orquesta resaltó confiadamente los variados motivos rítmicos y melódicos entre lo reflexivo y lo íntimo.

 

 

 

La segunda parte del concierto, dedicada a Maurice Ravel,  comenzó con la Rapsodia Española en sus cuatro partes – Preludio a la Noche, Malagueña, Habanera y Feria. Obra originalmente concebida para el piano, tiene pasajes de considerable dificultad interpretativa, incluyendo compases solistas  de  varios instrumentos, los cuales fueron abordados de manera confiada por los respectivos miembros de la Orquesta.


A ésto siguió la Alborada del Gracioso y la Pavana para una Infanta Difunta, durante la cual la orquesta demostró la confianza que habia adquirido durante las últimas dos semanas, habiendo interpretado estas piezas en varias ocasiones anteriores.


Ultima obra de la noche fue el famoso Bolero. Ahora el Maestro demostró fehacientemente cuán bien preparada está la orquesta pues, con apenas una pequeñas indicaciones al principio, se bajó del podio y se sentó entre los instrumentistas. La orquesta siguió sola, tomando el tiempo del constante tema repetido a través de la obra del “tambor”, el cual mostró admirable precisión. Esto lo había hecho en una función anterior, pero ahora el Maestro abandonó el escenario por completo y solamente regresó al finalizar la pieza ante los aplausos del público.


Con ésto concluyó el concierto programado. Como fuera de programa se ofreció la milonga El Firulete, de Mariano Mores, en un arreglo especial de José Carl, para instrumentos de viento y percusión. En esta ocasión el Maestro Carli se hallaba presente en la sala y recibió el agradecimiento del público. Esta pieza alegre y popular, interpretada vivazmente, dio de esta manera por concluida la parte musical de la función.

 

Seguidamente, el Maestro Barenboim tomó el podio en un corto discurso donde agradeció al público y delineó las ideas con las cuales están trabajando para su regreso en la temporada de 2015. Como en sus previas conferencias de prensa, el Maestro mostró su preocupación por la terrible situación que se vive en el Franja de Gaza, y reveló que está trabajando en la Argentina con representantes de la tres religiones - crisitiana, judía y musulmana - para ofrecer conciertos en distintas salas representantes de estas tres religiones, como intento de establecer un diálogo y pasar de la tolerancia a la aceptación entre los pueblos respectivos.

 

Con ésto, el público lo despidió con calurosos aplausos hasta el año que viene, saboreando la memoria de un ciclo de conciertos y recitales inolvidables.