
Concierto inaugural del Festival Chopiniana
Palacio Paz
Miércoles 27 de Agosto de 2014
Escribe: Néstor Echevarría
Joaquín Achúcarro - pianista
Obras interpretadas:
Brahms - Variaciones sobre un tema de Schumann Op.9
Chopin - Nocturno Op.15 No. 2 en Fa sostenido mayor
Chopin - Dos valses Op. 69 No 2 en Si menor y Op. Posth. en Mi menor
Chopin - Op. 53 en La bemol mayor
Granados - El Amor y la muerte (Goyescas)
Albéniz - El albaicín (de la suite "Iberia")
Albéniz - El puerto (de la suite "Iberia")
Albéniz - Navarra
Con la presencia del prestigioso pianista bilbaíno Joaquín Achúcarro, nacido en 1932, que a lo largo de su extensa carrera –iniciada tempranamente, a los trece años- también ha tenido contacto con el público de Buenos Aires, se lanzó el Festival Internacional de Piano Chopiniana 2014, organizado por la fundación del mismo nombre que preside la destacada pianista Martha Noguera.
    El  concierto comenzó con  palabras del  propio pianista,  al comentar al público  que antes de tocar las Variaciones sobre un tema de Schumann op.9 ( composición  veinteañera para el teclado  de Johannes Brahms, que ejecutó de manera  irreprochable) quería demostrar como en la op. 10  el mismo autor evoca a  la célebre esposa  de Schumann, Clara Wieck,  acudiendo a la tonalidad de Re mayor en sus  pentagramas.
    El  bloque dedicado a Frederic Chopin, cumplimentado en excelente estilo y con un  “toucher” de innegable solvencia, estuvo integrado por el Nocturno op. 15 Nº 2  en Fa sostenido mayor y dos valses (el op.69 en Si menor y el póstumo) cerrando  el primer tramo del concierto con la célebre Polonesa op.53 en La bemol  mayor,en homenaje al genio polaco del teclado al cual evoca este ciclo que se  realiza todos los años en nuestra ciudad.
    Ahora  bien , en la segunda parte del concierto inaugural que trascurrió en el espléndido  salón circular del emblemático Palacio Paz (actualmente sede del Circulo  Militar) el mensaje de España quedó debidamente honrado con “El amor y la  muerte”, de la suite para piano “Goyescas” –después convertida en ópera- del  talentoso compositor y pianista  Enrique Granados,  oriundo de Lérida y fallecido en un   naufragio ocasionado en la primera guerra mundial ,en 1916.
    Finalmente,  otro español ilustre y niño prodigio, Isaac Albéniz, fue evocado por Achúcarro  con plenitud de vuelo y estilo, con virtuosa   digitación conservada y expresiva al brindar pasajes de la suite  “Iberia”  y “Navarra”.
      A  la hora de las “propinas”, como suelen decir   los españoles, el pianista de Bilbao brindó “Clair de lune” de Claude  Debussy, un nuevo encuentro con Chopin (Preludio op.28, n°16) y un fascinante Nocturno  (el op.9,n°2) del compositor y también celebrado pianista moscovita Alexander  Scriabin, que es una pieza originalmente escrita para la mano izquierda, y que  el intérprete vertió con nobleza y sobrada técnica.
                                                                                       Néstor Echevarría

