“Roméo et Juliette” en el Avenida por Buenos Aires Lirica
Teatro Avenida
Viernes 17 de Octubre de 2014
Escribe: Néstor Echevarría
Fotos: Liliana Morsia
    
      “Roméo et Juliette”,  ópera  en   cinco actos.
Libreto:Jules Barbier y Michel Carré.
Musica: Charles Gounod
Dirección musical: Javier Logioia Orbe.
Dirección escénica: Mercedes Marmorek.
Escenografia: Nicolás Boni.
Vestuario: Lucia Marmorek.
Iluminación: Alejandro Le Roux.
Cantantes: Oriana Favaro, Santiago Ballerini, Sebastían Angulegui, Walter Shwarz,Ernesto Bauer y otros.
Coro Buenos Aires Lirica (Dirección Juan Casasbellas) y orquesta.
      Uno de los grandes  artífices de la operística francesa,  el  parisiense Charles Gounod (1818-1893) perdura  fundamentalmente en los repertorios liricos  –luego de una extensa producción-  por su  admirable “Faust”, basado en la obra de Goethe, que data de 1859, y su  evocación  de la  temática shakespeariana  en “Roméo et Juliette”, de 1897, estrenada en  el llamado Théatre Lyrique (ya desparecido) de la Ciudad Luz.
      Esta última abreva en  el tema inmortal  de los amantes de  Verona, con su paleta y línea melódica de innegable efecto, el tratamiento de  las voces y las escenas de conjunto que abren muchas posibilidades para las  realizaciones tanto musicales como escénicas.
      Buenos Aires Lirica la  incorporó en esta ocasión en el cierre de su temporada  en el teatro Avenida en una versión musical  de atractivos perfiles conducida por Javier Logioia Orbe, al frente de una  orquesta de mas de cuarenta instrumentistas que cumplieron un acertado y  prolijo desempeño, lo mismo que el coro de la entidad, preparado  competentemente por Juan Casabellas.
      Fue lucida la labor  vocal de la pareja protagónica, que en el paulatino trascurso de la ópera fue  acrecentando su rendimiento, desde la escena del balcón y el dúo consiguiente  hasta la dramática y romántica escena final. La soprano Oriana Favaro  y el tenor Santiago Ballerini conjugaron  entonces un meritorio trabajo vocal;  ella con voz lirica de emisión pareja y  musical, él con buenos recursos del “legato” y manejo del órgano de fonación. Ambos,  también,  en su faena actoral.
      Acertados en el variado  elenco , estuvieron el bajo Walter Schwarz (hermano Laurent),con segura  emisión y actuación, lo mismo que  Sebastián Angulegui (Mercutio), Ernesto Bauer (El  Conde Capuleto) e Iván Maier (Tybalt), además de Laura Polverini, Vanesa Mautner,Dario  Leoncini,Alejandro Spies y Christian Peregrino ,entre otros roles de flanco  del  nutrido  “cast”.
      La puesta escénica contó  con una buena aproximación intimista en las escenas individuales planteada en  el empeñoso trabajo de Mercedes Marmorek, en tanto asomaba en las colectivas y  de grupos cierto sesgo estereotipado,asi como las evocaciones parisinas  reemplazaron   el medio veronés de capuletos y montescos  del tema de Shakespeare.
      La escenografía de  Nicolás Boni,  cuidada y detallista,  evocó un palacio renacentista con su mansarda característica y la visión de la emblemática  Torre Eiffel, y el  cuidado vestuario de  Lucia Marmorek  el “can can” entre otros  detalles. Un trabajo encomiable, en suma ,rindiendo homenaje a un gran pilar de  la ópera gala.
                                                                                   Néstor Echevarría

