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Concierto de la Asociación La Bella Música en el Avenida

 

  Por los caminos del romanticismo

 

Teatro Avenida

Miércoles 17 de Diciembre de 2014

 

Escribe: Néstor Echevarría

 

Concierto de la Asociación La Bella Música

 

Programa:  

Concierto Nº 5 para piano y orquesta,”Emperador”, de Beethoven

Sinfonía Nº 5,en Mi menor, opus 64,de Tchaikovsky.

 

 Orquesta Sinfónica de La Bella Música (directora Patricia Pouchulu y solista Nahuel Clerici..)

 

Como viene siendo su costumbre en los últimos años, la Asociación La Bella Música cerró su ciclo en el teatro Avenida, con un concierto sinfónico  que tuvo en el podio a la fundadora y directora de la entidad, Patricia Pouchulu.


Estudiosa y progresista en el quehacer musical, Pouchulu viene dando muestras de empeño y superación en estos conciertos conclusivos de cada año de  labor de la entidad.. Y como otras veces, estuvo focalizado en el camino del romanticismo musical, habiendo elegido para esta oportunidad dos genios de la historia de la música, Beethoven y Tchaikovsky.


Del primero, con la orquesta de La Bella Música, conformada por unos sesenta instrumentistas, abordó el difícil y difundido concierto para piano y orquesta Nº 5, en Mi bemol mayor op.73 conocido como “Emperador” ,dedicado por el compositor  a su mecenas, el archiduque Rodolfo de Austria., que fuera estrenado en 1811 en la famosa  Gewandhaus de  Leipzig.


Allí campea,en sus tres movimientos, ese hálito romántico y virtuosístico que el joven pianista porteño Nahuel Clerici supo exponer con buenos recursos técnicos y un manejo adecuado de la expresión,sobre todo en el largo “allegro” inicial, en tanto a partir  del “adagio” y el rondó se perfiló alguna asincronía con la orquesta.. Sus méritos y condiciones prometedoras quedaron reafirmados enseguida  recreando -en dos agregados al programa- al compositor y pianista ruso Alexandre Scriabin .


Ahora bien, fue especialmente en la segunda parte del concierto donde lució la directora   en una cabal  interacción con la orquesta  al ejecutar la Quinta Sinfonía de Piotr Ilich Tchaikovsky, un fresco sonoro donde se advierte el desafío al destino en los mutantes cambios de ánimo.del afamado compositor ruso.


Aquí la versión exhibió enjundia y lirismo bien pergeñado, respondiendo con acierto y eficacia los diversos sectores instrumentales,  y a manera  de agradecimiento al público, agregó el vals de las flores de “Cascanueces” como para dejar sentado que Tchaikovsky era el protagonista elegido (y obligado)  para este decimotercer  concierto sinfónico anual de la entidad.

 

                                           Néstor Echevarría