WERTHER
      Abono Extraordinario
    Teatro Colón
Sábado 19 de abril de 2015
Escribe: Alejandro A. Domínguez Benavides
 Werther, de Jules Massenet
      Elenco:  Gustavo López Manzitti, ClémentineMargaine, JacquelinaLivieri, CemBeranSertkayay  otros.
      Coro de  Niños del Teatro Colón. Director: César Bustamante
      Dirección de escena, Iluminación,  escenografía, vestuario y régie: Hugo De Ana.
    Orquesta Estable del Teatro Colón. Director:  Ira Levin
Nuestra Opinión: REGULAR
Si bien el elenco del Abono Extraordinario fue superior al del Gran Abono la apertura de la temporada mostró desajustes en la armonización de una puesta que se debate entre el capricho y la obviedad abusando del proyector y abandonando la creatividad auténtica.
      La función comienza  con la proyección sobre una pantalla trasparente de unas páginas escritas en  alemán, mientras que figurantes de luto riguroso incluida Charlotte concurren  al cementerio. El abuso de los  recursos visuales,  como en este caso distrae al espectador y lo aleje del momento clave, que  invita a la introspección, a entrar en en clima, durante la ejecución de la  obertura.
      El director de  escena utilizando el lenguaje audiovisual quiere desde un comienzo  apartarse de   las puestas tradicionales y para hacerlo más evidente trasladó la  acción  -suponemos por el vestuario-a  fin del siglo XIX comienzos del XX, montando  una escenografía donde remarca, innecesariamente, el abandono y la fealdad. Un  espacio plano, sin profundidad dividido por una estructura de hierro y vidrios,  con libros y papeles desparramos en el escenario. Allí transcurrentodos los  actos con una ambientación decadente y minimalista.
      En ese ámbito  decide contarnos una historia de amor imposible signado por la muerte reflejada  en imágenes y alegorías recurrentes que ocuparon tanto espacio que borraron  la verdad escénica.
      Daniel López  Manzitti mostró  superficialidad en la  actuación, sin el physique du rol y sobre todo la convicción del joven Werther.  En cuanto a la labor vocal, su buen caudal de  voz  no fue suficiente: le faltaron los  matices y el color que requiere la opera francesa. 
      Sin dudas  ClémentineMargaine, en el papel de Charlotte   fue la figura de la noche, cuenta con un caudal potente de voz acompañado  por un rico fraseo y excepcional coloratura, presencia escénica y dotes de  actriz cumplió acabadamente con su trabajo en la noche de su debut en el Teatro  Colón.
      El resto del elenco  se movió decorosamente con algunos altibajos. Merece un reconocimiento especial  JacquelinaLivieri que ofreció un gran aplomo actoral y una voz de indudable  belleza logró momentos sublimes junto a Margainedonde cabe destacar la  profundidad y el sentimiento lograron que el canto y la actuación se confundan  acabamente. El Coro de Niños aportó   frescura, simpatía y profesionalidad.
      Y el maestro Ira  Levin al frente de la Orquesta desarrolló una labor correcta pero sin el vuelo  romántico y apasionado que requiere la partitura de Massenet.
      Un comienzo  desparejo de la temporada lírica del Teatro Colón donde el capricho primó  sobre   talento y  la creatividad.
Alejandro A. Domínguez Benavides

