“L’elisir d’amore” de Donizetti en el Teatro Colón
Teatro Colón
Viernes 8 de Mayo de 2015
Escribe: Néstor Echevarría
Fotos: Arnaldo Colombaroli - Teatro Colón
“L’elisir d’amore”,ópera en dos actos.
Libreto:Felice Romani .
Música: Gaetano Donizetti.
Dirección musical: Francesco Ivan Ciampa.
Dirección escénica: Sergio Renán
Escenografia: Emilio Basaldúa.
Vestuario: Gino Bogani.
Iluminación: Rubén Conde.
Cantantes: Adriana Kucerová, Iván Magrí, Giorgio Caoduro, Simón Orfila y Jacquelina Livieri.
Orquesta Estable y Coro Estable (Miguel Martinez).
La segunda función de la temporada lírica del Colón tomó contacto con la operística romántica y variada del compositor bergamasco Gaetano Donizetti(1797-1848), uno de los pilares del belcantismo italiano y músico prolífico hasta el final de su vida, donde llegó con lamentable pérdida de la razón, sumando más de setenta títulos líricos, tal su prodigalidad y rapidez compositiva.
      “L’elisir d’amore”, que cuenta  con libreto del  activo colaborador de  esa época Felice Romani, sobre la base de un tema del francés Eugène Scribe (también  muy de moda entonces) ,fue su ópera número cuarenta y uno cronológicamente  -  estrenada  en Milán, en 1832-  por lo que está  casi a mitad de camino de tan larga producción  y se convirtió en uno de sus éxitos mayores y de los mas perdurables.
      El Colón la volvió a reponer  en su repertorio en nueva producción escénica con la intervención de Sergio  Renán (régie), Emilio Basaldúa (escenografía) y Gino Bogani (vestuario) , de  agradable impronta, que fueron proponiendo las escenas con dinamismo y  acompañamientos de proyecciones fílmicas y otros efectos,  subrayados por la cuidada iluminación de Rubén  Conde. 
      Ahora bien, si la progresión ascendente  del nivel ofrecido fue una constante para la escenificación, culminando con un cuadro  cromático  y comunicativo en la escena octava  del segundo acto, también lo fue para la ejecución musical de la bella  partitura donizettiana,  que pasó de la  palidez del acto inicial a un mas ajustado y comunicativo (y de mayor soltura  para los cantantes) momentos del segundo.
      De ahí que para juzgar la  faena de los solistas hay que tomar en cuenta esa mayor soltura presencial y  liberación tensional frente a un inicio bastante pálido que tenia su peso en la  función, tanto en la labor directoral del joven maestro itálico Francesco Ivan  Ciampa, de poco mas de treinta años, que hizo su debut entre nosotros, como de  los solistas principales.
      En tal sentido,  el tenor   siciliano  Iván Magrí (Nemorino),  poseedor de un órgano de fonación de color poco definido, fue llegando a su  mejor momento en a bella romanza “Una furtiva lacrima” con acierto y seguridad  emisiva.hasta completar una tarea efectiva.
      También puede encontrase esa evolución  en la joven soprano lírica eslovaca Adriana Kucerová  como Adina,.   Con voz velada desde el principio y mas suelta en los dúos y escenas  finales. Fue adquiriendo seguridad hacia el final 
      Las otras voces masculinas  debutantes fueron el barítono Giorgio Caoduro (Belcore),nacido en Monfalcone  hace treinta y cinco años, cuyo color es parejo pero que en lo emisivo canta  “forte” continuamente sin matizar demasiado   su línea . Y no olvidemos que se trata de una ópera que es ejemplo de  “bel canto”.
      En cambio, el bajo barítono español  Simón Orfila, oriundo de las Islas Baleares (nació en Menorca) impresionó  gratamente por su caudal y color vocal, la impostación apropiada del registro y  desenvoltura escénica, trazando un lucido Dulcamara,  el vendedor del famoso elixir. Su arquetípica  aria, “Udite,udite o rustici”, lo confirma.
      Buen trabajo de Jacquelina Livieri  y excelente el coro estable preparado por Miguel Martínez, con afinación, buena  sonoridad y voces en una cabal sincronía. La orquesta estable tuvo un correcto  desempeño ,acorde con lo ya comentado en la evaluación de la función.
      Por ultimo cabe señalar que el  Colón  presentó  como novedad  los sobretitulados bilingües (español e inglés) para  el seguimiento del texto, debiendo recomendarse , eso sí, una letra algo mayor  para su mas completa legibilidad .
                                                                                        Néstor Echevarría







