En la temporada de Nuova Harmonia
La Orquesta Austro-Hungarian Haydn en el Colón
Teatro Colón
Temporada Nuova Harmonia
Viernes 15 de Mayo de 2015
Escribe: Néstor Echvarría
Concierto: Austro-Hungarian Haydn Philarmonic
Programa:
- Sinfonía Nº 5 en Si bemol mayor, de Franz Schubert
- Concierto para piano y orquesta Nº 2 en Do mayor de Wolfgang Amadeus Mozart
- Sinfonía Nº 92 en Sol mayor, “Oxford”, de Franz Joseph Haydn.
Director y solista : Alexander Lonquich .
Se presentó en el Colón, en el marco del ciclo Nuova Harmonia 2015, la Austro-Hungarian Haydn Philarmonic, una agrupación cuyo nacimiento data de 1987 y está conformada por miembros de la filarmónica vienesa y de otras orquestas de la vecina Hungría, bajo el propósito de homenajear a Franz Josef Haydn , tomando en cuenta que la sede es el palacio de los Esterházy en Eisenstadt , donde el gran músico estuvo vinculado treinta años. Allí esta situada precisamente la Haydnsaal, estableciendo una relación entre ambos países fronterizos.
      En  esta actuación entre nosotros en su  primera  gira sudamericana,  esta orquesta de cámara  mostró una natural coherencia de los treinta músicos que la componen, y a la vez,   reveló una batuta cabal y a la vez un pianista brillante como es  Alexander Lonquich, nacido en Alemania hace   cincuenta y cuatro años .
    La Sinfonía Nº  92,  de Haydn  (compuso mas de un centenar , lo cual también  concuerda con la habitual calificación de “padre de la sinfonía”) escrita en la  tonalidad de Sol mayor y llamada “Oxford” por haber sido estrenada en  Inglaterra, es una noble partitura, de estructura clásica bien haydniana, que  la agrupación visitante  vertió con  notoria calidad, exaltando esa estructura cristalina  y sobre todo, el  perfecto equilibrio de  los cuatro movimientos que culminan en un elegante juego de temas y ritmos en  el impetuoso “presto finale”
    Esta  obra cerró el concierto y los aplausos obligaron a continuar con Haydn con el  final de su Sinfonía Nº 88 y luego el de la Nº 73 en Re mayor, conocida como “La caza”,  caracterizada por los vientos  -en especial  los  cornos-  en alusión  a las cacerías de época.
      Previamente  ,en la parte inicial del concierto, se había ejecutado la Sinfonía Nº 5 en Si  bemol mayor de Franz Schubert con dignidad y estilo. Pero sobre todo brilló el  conjunto  con  su director y pianista,  en el Concierto para piano y orquesta Nº 25 en  Do mayor, K.503, de Mozart, donde   Lonquich demostró su alto nivel como tecladista en una perfecta  simbiosis con la de director,  lo  cual  significó también un merecido  tributo al genio de Salzburgo .
                                                                                  Néstor  Echevarría

