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Christianne Stotijn en el ciclo del Mozarteum

 

 

OLVIDABLE RECITAL DE CANTO

 

Teatro Colón

Martes 18 de Agosto de 2015

 

Escribe: Carlos Ernesto Ure

 

 

 

Tchaikovski: En medio del baile, opus 38 Nº 3, Mi genio, mi ángel, mi amigo, Si tan solo supiera, opus 47 Nº 1, Canción de cuna, opus 16 Nº 1, Las luces se atenuaron, opus 63 Nº 5 y
El sol se ha ocultado, opus 73 Nº 4;

R. Strauss: Serenata, opus 17 Nº 2, Ensueño crepuscular, opus 29 N º1, Mal tiempo, opus 69 Nº 5, Descansa, alma mía, opus 27 Nº 1 y Dedicatoria, opus 10 Nº 1;

Mahler: Pequeñas leyendas del Rin, Donde resuenan las bellas trompetas, La vida terrenal, Sin despedida y ¿Quién hubiera pensado esta pequeña canción?, de "El Cuerno Mágico de la Juventud";

Bolcom: Canciones de cabaret: Lugares para vivir, Canción de Black Max y Piel.

 

Christianne Stotijn, mezzo

Maciej Pikulski, piano.


La mediosoprano Christianne Stotijn se presentó el martes en el Colón, en séptima función de abono del Mozarteum Argentino, y la velada, que la mostró ya en una etapa crepuscular, careció por cierto de mayor interés. Es que la cantante holandesa, a esta altura de su carrera, exhibió un registro plagado de irregularidades técnicas y de un "vibrato" omnipresente, sin perjuicio de ciertas notas bien colocadas y de color mejor definido.


Canto desigual
A las dificultades de apoyo (especialmente en los giros descendentes), graves jabonosos en el repertorio ruso, cobertura excesiva o entubamiento apretado del sonido por razones de comodidad, debió añadirse una multiplicidad inconveniente de colores vocales y aun, episódicamente, problemas de afinación ("Nicht wiedersehen" y "Wer hat dies Liedlein erdacht", de Mahler).

 

Debe apuntarse, de todos modos, que Christianne Stotijn reveló impecable dicción (en ruso, alemán e inglés), "legato" de calidad y encomiables propósitos expresivos ("Traum durch die Dämmerung" y "Ruhe meine Seele", de Richard Strauss). Pero como bien se lo puede imaginar, el quiebre continuo de la emisión, la falta de lozanía y de flexibilidad de su metal, tornaron poco menos que imposible el manejo de una línea de canto, obviamente imprescindible para el repertorio de cámara.


Destacado pianista

El pianista polaco Maciej Pikulski acompañó a nuestra visitante con pulsación fina y criteriosa corrección general, y se destacó particularmente por la atrayente sutileza y plasticidad con que abordó las piezas de Mahler y la rítmica sincopada de "Black Max".


Calificación: malo
Carlos Ernesto Ure