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En el segundo recital del Festival Chopiniana 2015


Goran Filipec, destacado pianista Esloveno

 

Palacio Paz

Miércoles 9 de Septiembre de 2015

 

Escribe: Andrés Hine

 

 

 

En el marco del segundo recital del ciclo Chopiniana se presentó Goran Filipec, un pianista con excelente técnica, una intuición musical sutil y gran carisma. Perteneciente a un grupo de jovenes pianistas cuyas interpretaciones se merecen los mejores elogios de los críticos internacionales y del público en general. Nacido en Rijeka in 1981 ha demostrado un consistente talento ganando varios premios en competencias nacionales e internacionales.


Con la Sonata No. 30, que sigue a la grandiosa"Hammerklavier", Beethoven vuelve a una obra mas intima y de menor escala, con una interpretación más libre y original de la forma sonata que habia utilizado hasta ese momento. La parte principal de la obra es el tercer movimiento, un tema con seis variaciones, cada uno utilizando una tecnica pianistica diferente, aumentando en complejidad y emocion al pasar de variación en variación.Termina retornando al tema original dando una sensación de paz y tranquilidad pero a su vez de gran emoción . La técnica de Filipec le permite expresar fácilmente todos los requerimientos del compositor con fluidez y claridad, aún en los pasajes más difíciles.

La sonata No. 2 de Scriabin, al igual que sus otras, es muy exigente del interprete, tanto técnicamente como musicalmente. Filipec mostro excelente sentido de ritmo, produciendo un sonido redondeado y potente, casi sinfónico. Su buena selección de tempos acentúan la tecnica que fundamentan sus interpretaciones. Estas mismas características se pudieron observar en el Intermezzo y Tema con variaciones de Ivo Maček.

En la segunda parte se interpretaron los 6 Etudes d'apres Paganini que son consideradas como algunas de las piezas más dificiles de la literatura pianistica, cubriendo todo el gamut de complejidades interpretativas. Nuevamente el artista sedujo con la calidez de su expresión y la redondez y belleza de su sonido, explorando en profundidad las posibilidades sonoras del piano.

Se completo la velada von un par de fueras de programa, un vals de Chopin y el Vals Impromptu de Liszt.

Cabe mencionar que en ciclos anteriores se llevaban a cabo los recitales en el Gran Hall de Honor, ambiente de gran riqueza arquitectónica, pero que debido a su forma circular, causaba algunas reverberaciones que resultaban molestas. En esta ocasión la función se desarrollo en una de las salas de forma rectangular convencional, lo cual mejoro la calidad y nitidez del sonido.