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“Réquiem de Guerra” de Britten, por la OSN

 

Sala Ballena Azul

Viernes 30 de Octubre de 2015

 

Escribe: Néstor Echevarría (La Prensa)

 

 

“Réquiem de Guerra”, de Benjamin Britten.

Director : Facundo Agudin
Cantantes: Mónica Ferracani, Philip Salmon y Víctor Torres.

Coro Polifónico Nacional (Darío Marchese )

Coro Nacional de Niños (María Isabel Sanz)

Orquesta Sinfónica Nacional.

 

 

Un enjundioso trabajo conjunto entre los organismos nacionales (la Orquesta Sinfónica, el Coro Polifónico y el Coro de Niños) abordando el  “War Requiem” (Réquiem de Guerra), opus 66,del compositor inglés Benjamin Britten, dio lugar a un lucido concierto en esta nueva convocatoria en La Ballena Azul.


Efectivamente, Benjamin Britten es considerado con razón uno de los compositores británicos mas importantes del siglo XX. Nacido en 1913 y fallecido en 1976, también fue controversial para determinados círculos de la sociedad inglesa, pero su amplio catalogo de operas (como la conocida “Peter Grimes”, entre varias) deja un valioso legado para el acervo operístico, en tanto también compuso mucho para orquesta e instrumentos.


Este “Réquiem de Guerra” es de sus últimos años, de su madurez creativa. Fue compuesto para la reconsagración de la catedral de Coventry, dañada severamente en la Ultima Guerra Mundial. Estrenó entonces en 1962 esta partitura para orquesta, coro de adultos y coro de niños con tres  solistas vocales (soprano ,tenor y barítono) donde la primera canta el texto del réquiem en latín (al igual que el coro) según la tradición, en tanto los vocalistas masculinos lo hacen en inglés sobre poemas del británico Wilfred Owen, muerto en combate pero en la Primera Guerra.


Con poco menos de hora y ,media de extensión, este “War Requiem” plantea una idea de reconciliación sobre el drama bélico, pero mas  que aludir a lo propiamente británico es un manifiesto contra los múltiples conflictos, una simbología de la reconciliación.


La presencia como director invitado de Facundo Agudin, nacido en nuestro país en 1971 y establecido en Suiza desde hace tiempo, imprimió ajuste y sincronía a esta obra sinfónico-coral, en tanto los solistas estuvieron convincentes  en las interpretaciones, como  Mónica Ferracani, con buen manejo vocal, el tenor británico Philip Salmon (voz de poco volumen pero  fraseo acorde al texto) y el barítono Víctor Torres,nque reeditó su solvente interpretación  en el  Colón hace un par de años.


También debe merituarse la participación del Coro Polifónico Nacional preparado por Darío  Marchese y ubicado en el balcón superior , y el de Niños, cuyas voces surgieron afinadas en el “Libera me”, la sexta parte de la obra y final. Se sumó a todo ello  el diseño visual sobre gran pantalla de Leandro Suárez, con prudente discreción pero en cierto modo prescindible para estas circunstancias, y las traducciones proyectadas de los textos fueron claras y bien legibles.


En suma, una temporada de la OSN que este año ha visto concretado el sueño de una sala propia para sus intervenciones, lo cual ha ido mostrando  empeño y una saludable superación, como se ha venido consignando en criticas precedentes.

Calificación: Muy bueno

 

Néstor Echevarría