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“Beatrix Cenci” de Ginastera, en el Colón

 

 

Teatro Colón

Martes 15 de Marzo de 2016

 

Escribe: Néstor Echevarría  (La Prensa)

 

 

“Beatrix Cenci”, ópera en dos actos y catorce escenas.Libreto:William Shand y Alberto Girri. Música: Alberto Ginastera.

Director de orquesta: Guillermo Scarabino. 

Director de escena:Alejandro Tantanian.

Escenografia y vestuario: Oria Puppo

Proyecciones: Maxi Vecco.

Cantantes:Mónica Ferracani,Victor Torres, Alejandra Malvino,Florencia Machado,Gustavo López Manzitti y otros.

Coro Estable ( director Miguel Martínez) y Orquesta Estable del Colón

 

Un acontecimiento que comenzó a palpitarse en este principio de temporada es el centenario del nacimiento de Alberto Ginastera., el ilustre  compositor compatriota  nacido  en Buenos Aires  el 11 de abril de 1916 , que a los siete años comenzó sus estudios musicales para ir creciendo aceleradamente, como becario luego, de la Fundación Guggenheim , de los Estados Unidos, donde tuvo  posteriormente actividad y donde estrenó precisamente esa terna de  conocidas óperas.


Vale decir,” Don Rodrigo” en 1964, con libreto de Alejandro Casona, estrenada en la New York City Opera – compañía desparecida hace poco tiempo- con un juvenil  Plácido Domingo de protagonista,  “Bomarzo” con libro de Manuel Mujica Lainez en 1967 en Washington, en el Lisner Auditorium , y finalmente” Beatrix Cenci” con libreto de William Shand y Alberto Girri, también en la capital norteamericana en 1971, en la temporada inaugural del  Kennedy Center for The Performing Arts, dirigida por el recordado Julius Rudel.


Las tres óperas fueron llegando al Colón, la primera muy rápido, la segunda se conoció recién  en 1972  por los consabidos problemas de censura,  y la tercera, que aquí nos ocupa,. en 1992 ,volviendo ahora al Colón a  mas de dos décadas de distancia con esta reposición  que abre la  temporada lírica del presente año. Ginastera falleció en Ginebra, en 1983.


“Beatriz Cenci” trascurre en dos actos y catorce escenas, que en la versión presentada fue ofrecida  sin solución de continuidad. Trata  una historia de horrores de la familia romana de los Cenci, que remonta a los años del Renacimiento, y refiere el macabro drama y los sufrimientos de Beatrix, que es objeto de incesto por su maligno padre, el Conde Francesco, y que llega a un trágico final , al contratar dos sicarios con el acuerdo de su hermano Giacomo, para  asesinarlo.


Esta temática que proviene del  citado libreto de  Shand y  Girri ,basada en las crónicas italianas del poeta Stendhal y otros textos, sedujo al compositor, permitiéndole desarrollar  –como lo preanunciara en “Bomarzo”- un expresionismo con  utilización  de texturas que tiene basa en el serialismo y en lo dodecafónico en ocasiones. Su propensión a los “clusters” como racimos de sonido,  aportan  a configurar su lenguaje sonoro, que no desdeña tampoco los sonidos de ladridos y aullidos  de los mastines protectores del Conde.


En cuanto al tratamiento vocal, encuentra    sendas entre   el “parlato” y el “spechgesang”, tomando también el  uso del coro   con el manejo de efectos emisivos.a manera de comentarista.de la tragedia.
La versión musical de la representación del Colon cumplió con fidelidad y buen rendimiento en la experimentada  batuta del maestro  Guillermo Scarabino, con una competente respuesta de la orquesta estable y el coro dirigido por Miguel Martínez.


En el escenario, la protagonista Mónica Ferracani volvió a exhibir la solvencia de su composición del personaje titular, como lo hizo en la  versión de estreno en el teatro, habida cuenta del ponderable momento actual de su carrera y su madurez interpretativa.  En esa suerte  de arioso final, “Subsistiré”  con  voz solvente y vibrante,  su interpretación fue  creciendo hasta el sacrificio.


También el barítono Víctor Torres como el macabro “pater familiae”, exhibió su comprensión del rol en lo vocal y actoral y deben remarcarse como efectivos los aportes de Alejandra Malvino (la esposa Lucrezia)Florencia Machado ( Bernardo), Gustavo López Manzitti (Orsino)  Alejandro Spies (Giacomo), Mario de Salvo y otros.


Planteado como un manifiesto del horror desde el inicio, con frases proyectadas en pantalla, el director escénico de la puesta , Alejandro Tantanian  declara en el programa de mano que es un “cuento de fantasmas y es también un relato pornográfico y una novela gótica”(sic).Frases que implican naturalmente su visión de un tema proclive a la polémica.


Pero.lo cierto es que  la sencillez misma de la trama y su dramaturgia implican una muy clara lectura inmanente al contexto  , acudiendo a la relación semiótica de  “significante y  significado”.  Entonces todas las figuraciones de discutible gusto, dobles personajes,  sobrecargas extras y figurantes por demás, poco favorecen al entendimiento del espectador  y la comprensión tan directa  y llana  del propio contexto.


Por lo tanto, el planteamiento de la acción como la transparencia escenográfica en forma de caja de cristal  de aquella puesta de Jaime Kogan  con diseño  y vestuario  de Graciela Galán  en el estreno de la ópera en el Colón, no pueden ser olvidados.. Quedarán como una propuesta modélica  de esta  tercera ópera de Ginastera.


                                                                                    Néstor Echevarría

Calificación: Bueno