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Muy buena versión de una obra poco frecuentada

 

“Ernani” por Buenos Aires Lirica

 

Teatro Avenida

Viernes 5 de Agosto de 2016

 

Escribe: Andrés Hine

 

 

“Ernani”, de Giuseppe Verdi
Libreto:  Francesco Maria Piave.
Elenco: Nazareth Aufe, Monserrat Maldonado, Lisandro Guinis, Sávio Sperandio,Laura Sangiorgio, Sergio Vittadini, Román Modzelewski 

Coro y Orquesta de Buenos Aires Lírica
Dirección musical: Juan Casasbellas .
Escenografia: Noelia González Svóboda
Vestuario: María Emilia Tambutti
Iluminación: Rubén Conde.
Puesta en escena: Crystal Manich

 


Con una muy buena versión de “Ernani”, Buenos Aires Lírica presentó el segundo título de su temporada.


Estrenada en Venecia el 9 de marzo de 1844, Ernani, la quinta ópera de Verdi, es una caracterización vívida de las voces solistas aplicadas a un drama impulsado tanto por las confrontaciones vocales como por su argumento. Ubicada en la España renacentista y basada en “Hernani”, la controvertida obra de Víctor Hugo, explora las consecuencias de un código moral que valora el honor por encima de todo lo demás, incluyendo la vida.


Ernani sería la primera creación verdiana en no ser estrenada en La Scala. Sigue en orden cronológico, a los estrenos de Nabucco e I Lombardi, ambos en el coliseo milanés en marzo de 1842 y febrero de 1843, respectivamente. Estas obras habían sido éxitos resonantes y habían ubicado a Verdi junto con su compatriota Donizetti, en la vanguardia de los compositores italianos. Cuando el Teatro La Fenice le encomendó componer una ópera para la apertura de su temporada, Verdi, consciente de esta situación, impuso como condición que el teatro veneciano pusiera en escena I Lombardi y que se le permitiera elegir el libreto para su nueva obra. Para eso, eligió a Luis Maria Piave, oriundo de Venecia, quien luego sería su colaborador en casi la mitad de sus obras.


George Bernard Shaw admiraba la partitura, de formas tradicionales, con arias, cabalettas y escenas de conjunto, a las que se agregan las contribuciones del coro masculino, para delinear a los personajes, con sus conflictos y sus variadas relaciones. Ernani es fascinante, pero para eso requiere un elenco de muy buenos solistas, un régisseur creativo y un director de orquesta sólido.


El tenor uruguayo Nazareth Aufe en el rol protagónico, exhibió canto heroico y franco. Algunas notas parecieron resultar incómodas y un tanto apretadas pero su entrega y pasión lo compensaron.


A su lado, la soprano Monserrat Maldonado mostró un material vocal muy interesante desde el principio cuando cantó su aria ‘Ernani, Ernani, involami” que involucra dificultades al estar ubicada ni bien la soprano pisa la escena. Mostró sus importantes virtudes vocales que crecieron con el correr de la función hasta alcanzar un final conmovedor.


El más aplaudido del elenco fue Sávio Sperandio como Silva. El bajo brasileño,  poseedor de un órgano vocal poderoso de tonalidades oscuras y ricas en colores tímbricos, realizó una excelente interpretación de “Infelice! E tu credevi” y dio portentosa fuerza dramática a su parte.


En tanto, Lisandro Guinis como el rey de España Don Carlo, otorgó prestancia y autoridad al personaje, aunque su emisión no fue del todo pareja. Compuso, sin embargo, un rey noble y convincente, presa del deseo.


El cuadro de solistas se completó con las buenas actuaciones, tanto en lo vocal como en lo escénico, de Laura Sangiorgio, Sergio Vittadini y Román Moszelewski como Giovanna, Don Riccardo e Iago, respectivamente.


El Coro cantó con energía y convicción, especialmente en su parte más conocida “Si ridesti”, bajo la dirección de Juán Casasbellas, quien también condujo la Orquesta con tiempos correctos, capturando las emociones violentas y vibrantes contenidas en la partitura.


Afortunadamente, la producción escénica de Crystal Manich fue respetuosa del libreto. La marcación escénica fue clara y el efecto general fue bueno, a lo que contribuyeron la escenografía de Noelia González Svoboda, el vestuario de Maria Emilia Tambutti y la iluminación de Rubén Conde.


Concluyendo, una obra injustamente olvidada y una producción muy buena y esmerada de Buenos Aires Lírica. Un acierto.