Menu principal

 

Debut de Jonas Kaufmann en el Colón


Inolvidables Actuaciones

Teatro Colón

Sábado 6 y domingo 14 de agosto de 2016
Escribe: Graciela Morgenstern

 

Sábado 6 de Agosto
Jonas Kaufmann
Orquesta West-Easter Divan
Director: Daniel Barenboim
Programa: Wagner: Preludio al acto tercero de “Los Maestros Cantores de Nürenberg”, Mahler: “Lieder eines fahrenden Gesellen”; Mozart: Sinfonía Nº 41, en do mayor, K 551, “Júpiter”.


Domingo 14 de Agosto
Jonas Kaufmann
Helmut Deutsch (piano)
Programa: Obras de Franz Schubert, Robert Scumann, Henri Duparc, Franz Liszt y Richard Strauss

 

Con dos magníficos conciertos que harán historia, debutó Jonas Kaufmann, considerado uno de los mejores tenores de esta época, en el Colón.

 

El primero se realizó dentro del marco del Festival de Música y Reflexión que lleva adelante Daniel Barenboim junto a la Orquesta West-Eastern Divan. Tras una sutil interpretación orquestal del Preludio al Acto III de “Los Maestros Cantores de Nürenberg”, de Richard Wagner, Kaufmann deleitó al público con las “Canciones de un Compañero de Viaje”:, de Gustav Mahler. La intervención fue más breve de lo que todos hubieran querido y la tesitura, más grave de lo que muchos deseaban escuchar pero, aun así, el renombrado tenor mostró su habilidad para apianar notas,  una excelente emisión e impecable estilo. Fuera de programa, regaló al público, una óptima interpretación de "Canción de la Primavera", de "Die Walkure" y “Träume”, de “Wesendonck Lieder”, ambas de Richard Wagner. Los aplausos fuera de tiempo enojaron a Barenboim que en ese momento, lo estaba acompañando al piano y en un acto de divismo, el director dio final a la participación de Kaufmann en el concierto que en su segunda parte, presentó una buena versión de la Sinfonía 41, "Júpiter", de W. A. Mozart

 

Pero lo mejor estaba por llegar. En su segunda presentación, con el magnífico acompañamiento del pianista Helmut Deutsch, el tenor alemán protagonizó un extenso y variado programa en el que pudo mostrar todas las cualidades que lo convierten, sin duda alguna, en uno de los mejores cantantes de la actualidad.

 

Sin ser estentórea, su voz tiene suficiente caudal para afrontar todas las obras. De bello color, posee suficiente squillo (brillo) para que corra por toda la sala con facilidad. La emisión es perfecta y exhibe canto franco en toda la extensión de su registro. Nunca se detecta una nota forzada o empujada.

 

Su control del fiato y del apoyo es perfecto y a través de un inquebrantable manejo vocal, logra ir del fortísimo al pianísimo con una naturalidad asombrosa, deleitando con innumerables sutilezas y notas de cabeza.

 

Su fraseo es elegante y recorrió las diferentes obras del programa exhibiendo un profundo conocimiento de estilos. Así, pasó de Franz Schubert a Robert Schumann y del francés Henri Duparc a los "Tres Sonetos de Petrarca" S. 270, de Franz Liszt, para terminar con canciones de Richard Strauss. También resultó comunicativo y carismático.

 

Y el rugido del Colón no se hizo esperar. Ante la interminable ovación de un público enardecido, Kaufmann brindó casi un concierto adicional fuera de programa, siete obras en total, comenzando con  el "Aria de la flor" de "Carmen", a la que siguieron "Celeste Aida",  "L'anima ho stanca", de "Adriana Lecouvreur", la bellísima canción de Licinio Refice "Ombra di nube", "Nessun dorma", de “Turandot”, la canción "Core'ngrato" y "Dein ist mein ganzes Herz", de “El país de las sonrisas” de Franz Lehar. El público seguía vivando sin parar aún después de apagadas las luces del escenario.

 

El tenor apareció dos veces más a saludar, visiblemente conmovido. Todos se retiraron con la sensación de haber sido partícipes de uno de los eventos memorables de la historia del Colón. Y así debutó Jonas Kaufmann, dejando una estela de brillo en la vida musical de nuestro país.


Kaufmann2

 

 

Kaufmann3

 

 

Kaufmann5

 

 

Kaufmann7

 

 

Kaufmann1

 

 

Kaufmann6