Cincuenta años en el Lincoln Center
EXCELENTE “DON GIOVANNI” EN EL MET
Metropolitan Opera House
Nueva York
Jueves 10 de Noviembre de 2016
Escribe: Carlos Ernesto Ure
Nueva York (especial)- Capital mundial indiscutida del consumismo y
los negocios, plagada de gente que circula en una y otra dirección con
ritmo vertiginoso, esta ciudad, paralelamente, tiene también sus altos
espacios dedicados al arte y la cultura, que son igualmente de primer
nivel internacional. Siempre con Peter Gelb como “general manager”, la
Metropolitan Opera House celebra este año medio siglo de su instalación
en el Lincoln Center, lo que rodea la temporada de festejos y
evocaciones continuas y un afán de superación digno de atraer todas las
miradas.
Impecables cantantes
El cuadro de solistas de “Don Giovanni” fue en esta dirección, casi
podría decirse, de inigualable categoría. Partiendo de la base que todos
ellos, sin excepciones, se manejaron actoralmente con notable convicción
y voces enteras, frescas y plenas, el bajo barítono ruso Ildar
Abradzakov (protagonista), si bien con alguna debilidad tímbrica, se
distinguió por su musicalidad y la desenvoltura de su interpretación,
llena de ricos matices; el británico Matthew Rose fue un Leporello de
exacta eficacia al igual que el checo Adam Plachetka (Masetto) y nuestro
conocido Kwangchul Youn (Comendador), mientras que el tenor Paul Appleby
(Don Octavio) lució metal lírico-ligero terso, con algún refuerzo
vigoroso.
En el sector femenino, dos estadounidenses de importante carrera, las
sopranos Amanda Majeski (Doña Elvira) y Nadine Sierra (Zerlina)
exhibieron bellos registros (la primera, con algunos pasajes un tanto
nerviosos), pero la gran revelación de la noche fue su colega sueca
Malin Byström (Doña Ana), dueña de un órgano canoro opulento, potente,
homogéneo en toda la tesitura y de emisión franca.
Encomiable puesta
Al frente de una orquesta que no tuvo fallas, el genovés Fabio Luisi
condujo con líneas de inusual transparencia y calificado fraseo y
acentuaciones. Otro de los aspectos sobresalientes de esta versión fue
por último su puesta en escena. Realizada por Michael Grandage,
realista, inteligente en la fluidez de la acción y siempre ajustada al
contexto original de la ópera de Mozart, la producción de esta
importante figura del teatro inglés reveló talento y creatividad de
certera magnitud.
Calificación: excelente
Carlos Ernesto Ure