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PLÉYADES: XENAKIS + TENNEY

EL ARTE DE XENAKIS INSUFLA ENERGIA LIBERADA

Teatro Colón

Miércoles 17 de Mayo de 2017


Escribe Osvaldo Andreoli. 

 

 

En el ciclo Colón Contemporáneo se presentó el GRUPO DE PERCUSIÓN DE LA HAYA.  Kagel, Cage, Stockhausen han escrito para el ensamble,  que investiga los límites del sonido organizado.


Lo integran Fedor Teunisse (Holanda), José García Rodríguez (México), Ryoco Imai (Japón), Enrique Monfort (España), Juan Martínez Cortéz (México), Niels Meliefste (Holanda)

 

A modo de intro se escuchó "No habiendo escrito nunca una nota para percusión" del estadounidense James Tenney. Consta de una única figura tremolada que debe ser tocada ad libitum, cuya sonoridad surge del silencio para llegar al fortissimo y regresar simétricamente a la nada. El propósito es inspirar la duda, la reflexión y la revelación interna. 


Un músico se colocó en el escenario de espaldas al público frente a un gong, mientras los cinco restantes se distribuyeron en distintos puntos y niveles de la sala, rodeando al público. 

MALESTAR

Al comienzo hubo una vibración imperceptible que puso a prueba la paciencia del público. Mejor dicho: la impaciencia de muchos quedó al descubierto. (Ruidos en las butacas, toses, celulares, cuchicheos. Acaso los índices de un malestar. Una ansiedad que trasciende el ámbito de un concierto. El reino cotidiano del vacío interior. Ocupado con baratijas, noticias que desinforman, contactos que incomunican. Consumismo y adicciones. El mundo del entretenido malestar).


El músico hizo gala de concentración, sincronización psicomotora. Sus brazos se movían, golpeaba inadvertidamente. El crescendo  de la pluralidad sonora tuvo un ritmo sostenido. Se expandió por la sala hasta un climax de intensidad. Con retorno a la nada. (La nada de los ruidos de los nerviosos auditores).

 

EL RITMO DE PLÉYADES

Xenakis fue un pionero del uso de la computadora en la composición algorítmica. Algunos de sus procedimientos se inspiraron en la teoría de las probabilidades.  

El elemento fundamental de PLEYADES ES EL RITMO,(cuyo origen son las nociones de periodicidad, de duplicación, de recurrencia, de reproducción, de conformidad, de no conformidad). Según el compositor la obra tiene una idea de duplicación o recurrencia de un EVENTO o ESTADO en el cual está sumergido nuestro universo. Esto aparece como dimensión musical, la dimensión tonal.

 

Hay  Seis músicos y cuatro movimientos. (Mélanges, Métaux, Claviers,Peaux). Pluralidad y multiplicidad. Diversidad y unidad en la estructura musical. Polirritmos que surgen de procesos matemáticos. El orden en que se suceden los movimientos queda a discreción de los intérpretes. (Mezclas, Metales, Teclados, Pieles).


El  teatro Colon reconstruyó los sixxen , instrumentos inventados por el compositor. Están afinados microtonalmente y son parecidos al vibráfono. Tienen un sonido semejante al gamelan indonés.

 

Primer movimiento: Coordinación, precisión, solvencia, en los ataques y las definiciones. Gamas de sonidos, explosión dinámica.
Segundo movimiento: Densidades tímbricas continuas, repiques, despliegue del imaginario rítmico de Xenakis. Sonidos rasantes y ondulantes. Gamas y gemas polirrítmicas en el gran juego del sonido. Repeticiones, recurrencias, intensidades variables, crescendos y diminuendos sucesivos. Masa de sonido decreciente.
Tercer movimiento: ¡Atrevidos mundos imaginarios!. Graves y agudos extremos. Experiencia estimulante de posibilidades rítmicas; Infinitudes. Una Instancia de vertiginoso llamado de atención, de un preanuncio que acaba, subital. (El público estalla).


Experiencia para destapar los oídos y abrirse a una escucha inédita. Cadencias del vigoroso cuarto y último movimiento: el impacto de la intensa percusividad. Una metáfora de imparable creatividad y conexión del grupo. Un bombardeo de sonido. Glissandos en ráfagas sostenidas, ondulando. Repique conjunto que se apaga.


La reciedumbre de Xenakis nos evoca el kaos de la guerra en su cosmos deplegado. Quizás explosiones, destrucción y revuelos alucinantes. Su experiencia padecida. Su arte insufla energía liberada. Una apertura de infinitas posibilidades creativas.

 

OSVALDO ANDREOLI