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¿SE ECHARA LUZ DONDE NO LA HUBO?

Teatro Colón

Viernes 15 de Septiembre de 2017

 

Escribe: Donato Decina

 


 

 

Teatro Colón, Temporada 2017.

Opera: “La Traviata”, Música de Giuseppe Verdi con Libreto de Francesco María Piave, basada en “La Dama de las Camelias” de Alexandre Dumas (H).

Interpretes: ErmonellaJaho (Violetta Valery), SaimirPirgu (Alfredo Germont), Fabián Veloz (Giorgio Germont), María Victoria Gaeta (Flora Bervoix), Santiago Burgi (Gastón, Vizconde de Letorieres), Gustavo Gibert (Barón Douphol), Alejándro Meerapfel (Marques D’Orbigny), Mario de Salvo (Doctor Grenvil), Daniela Ratti (Aninna).

Vestuario: Raimonda Gaetani en reposición de Anna Biagiotti.

Coreógrafo Repositor: Martín Miranda.

Escenógrafo Repositor: Andrea Miglio,

Repositor de Escena: Stefano Trespidi.

Coro Estable del Teatro Colón, Director Miguel Martínez.

Orquesta Estable del Teatro Colón: Director Invitado: EvelinoPidó.

Escenografía y Dirección Escénica Originales de Franco Zeffirelli.

Producción de la Opera de Roma. 


DETALLE: Función suspendida luego de concluido el primer acto por corte de suministro eléctrico en línea externa, de acuerdo a lo oficialmente informado por el Teatro a los presentes en la Sala.

 

NUESTRA OPINION: BUENO.

 

Comencemos por el final. No acababan de acallarse los compases de “Sempre Libera” cuando al salir de la sala para el primer intervalo percibí un corte en la iluminación interna de la misma. Se veían encendidas las luces de emergencia y luego también algunos de los reflectores de escenario, apuntados hacia la cúpula con el evidente propósito de derramar un potente haz de luz que le permitiera al público sobrellevar esta circunstancia. Personal del Teatro y los Bomberos acreditados allí de manera permanente que iban y venían con andar nervioso y sus aparatos de intercomunicación a “full”. Varios “apagones” parciales para que luego retornase la tenue luz que describí líneas arriba, la que instantes después se  apagó por completo. Un músico de la estable que ensayó los primeros compases de la cortina informativa de “Radio 10”, lo que hizo estallar de risa al público, para que en el medio de la oscuridad un funcionario de la casa informase al público que debido a una falla exterior de las líneas de suministro eléctrico no podía reanudarse la función. Que debía esperarse unos instantes mas para saber si se suspendía definitivamente el espectáculo o bien cuánta demora habría para la reanudación. No transcurrieron masde diez minutos (y  en ese momento no mas de cuarenta de intervalo) para que el mismo funcionario (a quien no distinguí por la penumbra, por eso no puedo asegurar quien fue) retornó al escenario en compañía de Fabián Veloz para anunciar que la función estaba definitivamente suspendida y que se le informaría al público el momento en que comenzaba la devolución del importe de entradas y, si se pudiese, hacerla nuevamente en fecha reprogramada. Alaridos del público, hasta que la imponente voz deFabian acometió “Di Provenza al Mar”, acompañado por algunos músicos de la Estable que en un gesto de extraordinaria profesionalidad actuaron mas allá de la oscuridad reinante y arrancando de los presentes el “Rugido Colón” de las grandes noches como retribución a lo escuchado. Luego y en perfecto orden comenzó la evacuación y a casa con la frustración a cuestas.

 

  La pregunta del millón es: ¿Cómo sucedió?. Seguida de otra no menos importante. ¿Hay grupo electrógeno de emergencia?. ¿Qué falló? De todo esto entiendo que el Teatro deberá dar un amplio comunicado aclarativo al respecto. La mayoría presente cuestionó el hecho que con todo lo invertido en la restauración de sala y adecuaciones a los nuevos dispositivos de emergencia no se haya pensado en contingencias de esta naturaleza. Algo falla y es preciso que se eche luz en donde justamente faltó y debe hacerse cuanto antes. Nunca en mis treinta y cuatro años de concurrencia permanente al Colón me tocó vivir un episodio de semejante naturaleza. De los otros (gremiales, fortuitos y hasta de salud de algún interprete) sí, ésto no. Y habitués de muchos años mas que los míos me dijeron que tampoco. Por eso se hace imprescindible una palabra oficial que aclare lo acontecido, y luego, manos a la obra para que nunca mas vuelva a ocurrir algo similar.

 

  Analicemos lo artístico de acuerdo a lo que se pudo ver. La tradicional puesta de Zeffirelli donde en el transcurso del preludio al primer acto, Violetta moribunda recuerda su pasado esplendoroso. Por ello la presencia de la cama y el tocado de la habitación a un costado de la escena. Mi discrepancia radica en que si nos atenemos al personaje, Ella es una cortesana. Frecuenta círculos sociales de fuerte posición social, pero no deja de ser cortesana. Entonces, ¿se pueden entender los amplios cortinados que en proyección dan paso a otros amplios ambientes de la casa?. Por mas que luego en el segundo acto se mos muestre que también ella poseía una casa de campo, ¿son palacios?. Yo no lo creo. Por lo demás , la escena fue la clásica, bullicio, vida mundana, los invitados frecuentes de Madmoiselle Valery  y la historia tal cual la conocemos. Cosas que en definitiva son del gusto mayoritario de nuestro público y a las que apuntó Enrique Arturo Diemecke al tomar la decisión de traer al Colón este trabajo para reemplazar a la fallida regie de Sofía Coppola,  la que me hubiera encantado ver para saber cuál idea traería. Buena luz, impecable vestuario de época, buenos movimientos escénicos. Excelentes cantantes convocados para los roles Co-primarios, buen rendimiento del Coro Estable.

 

  En cuanto a la pareja protagónica, Saimir Pirgu  mostró un franco crecimiento vocal respecto a su anterior visita junto a Riccardo Muti para “I Due Fígaro” de Mercadante, apiana notas con criterio y mostró buen regístro en la zona central. Muy convincente en “Un di feliceeterea”. Por su parte Ermonella Jaho demostró sobradas condiciones para el rol, había comenzado a desplegar garra y temperamento, además de ser muy buena actriz. Y aquí otro detalle. El “E Strano” fue abordado en su totalidad ya que el Maestro Pidó abrió el corte (no sabemos si antes fue interpretado en el Colón de esa forma, sí se lo escuché a la hoy triunfadora en Europa María José Siri en el teatro Astral dirigida por César Tello en un semi- montaje de Boris) y pudimos escuchar el fragmento completo con sus recuerdos de infancia y juventud. Por lo que me ví frustrado de saber hasta donde llegaba el revisionismo de Pidó quien venía haciendo un buen trabajo con “tempi” mas ágil del habitual, pero que entiendo iba en directa consonacia con abrir cortes y hacermas llevadera la función.

 

  Todo está dicho. Cancelé otros compromisos musicales para ver y comentar para Uds. ésta producción. Lamentablemente estimo que no podré volver a concurrir en caso de que se me ofrezca presenciar alguna función restante. Solo resta la explicación oficial del Colón.

 

Donato Decina