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CUERDAS MAJESTUOSAS

Teatro Coliseo,

Jueves 23 de Agosto de 2018.

 

Escribe: Donato Decina

 

“Nuova Harmonia”, Temporada 2018

Presentación de la Orquesta de Cámara de la Filarmónica Checa

Guía y Concertino: VlastimilKobrle.

Programa: Obras de Johann  Stamitz, Bartok, Mozart, Dvorak y Janacek.

 

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

 

En uno de los verdaderos sucesos de la presente temporada, “Nuova Harmonia” tuvo el acierto de incluir en su programación a este grupo de instrumentistas de la Filarmónica Checa, quienes continúan el legado que integrantes de la misma formación iniciaran hace cuarenta y un años atrás. A la luz de lo escuchado, son poseedores del típico bello sonido centroeuropeo, tan característico, y todas las versiones escuchadas tuvieron como distintivo el despliegue de toda la paleta de colores que cada obra interpretada poseía, llegando a  profundidades sonoras increíbles.

 

  El concierto se inició con una muy lucida versión de la Sinfonía Nº 1 en Sol mayor Nº 1 del Op. 3 de Johann Wenzel Stamitz, una obra que sirvió para un estupendo “precalentamiento” frente a la programación por venir. Obra del período preclásico, cuyo autor (originario de Bohemia) es considerado uno de los pilares fundamentales en la iniciación de la que por entonces se la llamó “Escuela de Manheim” (en cuya corte sirvió ). Consta de tres movimientos, vibrantes los de punta (Allegro y Presto [también este un verdadero Allegro]) y un Larghetto central de simpático desarrollo en el centro. Ya aquí comenzamos a apreciar las virtudes de este conjunto, desde la precisión en la conducción de su concertino, el ajuste de todos sus sectores y el brillo que emanó en todo momento de la interpretación.

 

Luego de la apertura se asistió a uno de los dos puntos culminantes de la noche con una  versión verdaderamentedescomunal de las Danzas Folcklóricas Rumanas marcadas como SZ56 y BB 58 y 76 de Bela Bartok, que incluyeron las Danzas del Palo, del Chal, en un Lugar, del Cuerno, Polka Rumana y Danza Rápida, sucediéndose los aires Gitanos, los elementos provenientes de Oriente Medio a través del cruce de culturas que fueron asimiladas por las poblaciones del centro de Europa, tan bien conocidas por todos y los ritmos casi frenéticos de las dos danzas finales. El colorido, la melancolía, el apasionamiento y la entrega total de los instrumentistas fueron contribuyendo de manera paulatina a la ovación que se desató al final de la obra, la que se reiteró luego de la interpretación del célebre Divertimento K.136 de Mozart, en estilo y con maravilloso sonido.

 

Dos pilares fundamentales de la música Checa no podían estar ausentes en la programación de esta velada: Antonin Dvorak y Leos Janacek. Del primero y tal vez el mas representativo de los músicos de la República Checa en el mundo, se escucharon tres piezas breves pero muy luminosas y efectivas: la “Humoresque” y los valses Nºs. 1 en La mayor y 4 en Re bemol mayor, ámbos integrantes del Op. 54, en versiones verdaderamente insuperables y de las que agradecemos la inclusión en este repertorio para dar luego paso al segundo momento culminante de la noche con la Suite para cuerdas JW 6/2 de Janacek, interpretada de manera magistral por estos maestros de la cuerda que ganaron el favor del público, el que se vio retribuido por tres bises que solo ratificaron la excelencia de la agrupación visitante: Un movimiento del Divertimento K.137 de Mozart, “Libertango”  de Piazzolla (lo mas aplaudido de la noche) y un “Pizzicato” de Cierre que hicieron las delicias del público que agradeció la total entrega y calidad de este estupendo conjunto.

 

Donato Decina