Un sexteto que honra su nombre
Teatro Coliseo
Lunes 3 de Septiembre de 2018
Escribe: Néstor Echevarría
En el ciclo Nuova Harmonía
Sestetto Stradivari Programa: Sexteto para cuerdas de la ópera ”Capriccio”,op.85 de Richard Strauss, “Verklarte Nacht”,sexteto para cuerdas op.4 de Arnold Schoenberg y Sexteto para cuerdas nº2 en Sol mayor,op.36, de Johannes Brahms
Una característica muy especial tuvo el concierto del ciclo Nuova Harmonia en el Coliseo, si tomamos en cuenta el conjunto presentado, el denominado Sestetto Stradivari ,de origen italiano, fundado en 2001 como consecuencia de haber recibido una invitación en Roma para una exposición internacional dedicada al “Arte del violín”.
      Primero,  porque se trata de un conjunto integrado por seis instrumentos de cuerda  tomados en pares, tanto en los violines, con los ejecutantes David Romano y  Marlene Prodigo ,dos violas con David Bursack y Raffaele Mallozzi, y dos  violonchelos  con Sara Gentile y Diego  Romano..
    Vale  decir, todos ellos munidos de instrumentos Stradivari, como reza el titulo  del  sexteto, que evocan   al mas famoso  constructor de violines, Antonio Stradivari,  de la ciudad italiana de Cremona,que vivió entre 1643 y 1737 y sentó la fama  de esa firma.
    Y  a esto se suma, ya en otro carácter  ,el  pedagógico, que los músicos provienen de la  ilustre  Accademia Nazionale di Santa  Cecilia de Roma, añeja institución de enseñanza musical  de  relevancia mundial. De manera que tanto los  instrumentos utilizados como los instrumentistas a  cargo de los mismos  daban  la mejor garantía para la sesión que el  Coliseo presentaba en Buenos Aires 
    Y así  fue en efecto, nobles y virtuosas ejecuciones del primero de las obras      presentadas, desde el “Andante con moto” extraído  del Sexteto para cuerdas de la ópera “Capriccio” de Richard Strauss,  hasta la notable  y transparente ejecución  de “Verklarte Nacht (Noche transfigurada) de  Arnold Schoenberg (una partitura de sus `primeros años, de una sugestión tardorromántica)  y finalmente un  celebrado    sexteto para cuerdas ( el segundo, en Sol  mayor, op.36) de Johannes Brahms, concluido hacia 1865.
    Por  cierto que en la totalidad de las obras ejecutadas pudo apreciarse, conforme lo  comentado mas arriba, la calidad de los ejecutantes, el notable y rico sonido  de los instrumentos utilizados y en el plano conjunto, la cohesión absoluta de  entradas y matices , en las variaciones, y los caracteres, ora sombríos algunos,  ora luminosos  otros ,que se muestran  como amalgama de virtudes  en las  partituras elegidas.
      Consecuencia  del entusiasmo del publico y sus aplausos, ofrecieron como “encore”, y  también de   Brahms,  el segundo movimiento del  primero de sus sextetos., un bello “andante moderato”.
Calificación: Muy bueno
Néstor Echevarría

