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Buena versión de "La Boheme" en el Colón


Teatro Colón
Sábado 13 de Octubre de 2018


Escribe: Donato Decina

 

 

La Boheme, ópera en cuatro actos con Música de Giacomo Puccini, Libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa, basado en “Escenas de la Vida Bohemia” de Henri Murger.

 

Interpretes: Marina Silva (Mimi), Gustavo López Manzitti (Rodolfo), Paula Almerares (Musetta), ViniciusAtique (Marcello), Leonardo Fontana (Colline), Cristian Maldonado (Schaunard), Gustavo Gibert (Benoit), Enzo Romano (Alcindoro), Sergio Spina (Parpignol), Leandro Sosa (Aduanero), Luis Loaiza Isler (Guardia), María Liz Rutkauskas Bellini (Niña).

Orquesta Estable del Teatro Colón.

Coro Estable del Teatro Colón.

Coro de Niños del Teatro Colón.

Escenografía e Iluminación: Enrique Bordolini.

Vestuario: ImmeMöller.

Director de Coro: Miguel Martínez.

Director de Coro de Niños: Cesar Bustamante.

Dirección Escénica: Stefano Trespidi.

Dirección de Orquesta: Joseph Colaneri.

Función Extraordinaria del 13 de Octubre de 2018.

 

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

 

Tal vez sea junto con “Aida” de Verdi el otro título mas emblemático del Teatro Colón. El mas esperado por el público y del que se espera al igual que en el título verdiano un espectacular segundo acto. La música lo dice todo y hace que “la Boheme” sea inmortal. Y así una vez mas volverán la Bohardilla, el “Momus”, el “Arco del Infierno”. Las historias de Rodolfo, la pintura de Marcello, las disquisiciones de Colline, la música de Schaunard, la seducción y la belleza de Musetta y la simple y enternecedora historia de Mimi. Y por supuesto se renovará el interés en ver como los bohemios se sacarán de encima a Benoit y como hará Musetta para cargarle las cuentas a Alcindoro. Ilusiones visuales y vocales que se renuevan en cada presentación escénica y que conformarán o no al soberano. ¿Ocurrió eso en esta?. Veamos.

 

    Visualmente fue un acierto la convocatoria a un artista de la Casa de la Talla de Enrique Bordolini para su realización. “A lo Colón”, de Epoca y en total estilo, realzada por una magnífica iluminación. Una Bohardilla con pocos y pobres trastos. Un esplendoroso “Momus”. Interesante el planteo de la Hostería en el “Arco del Infierno”. El vestuario de Imme Möller fue en directa consonancia, acertadísimo en todo momento.

 

  Los coros tuvieron en el segundo acto su total destaque, ajustados y con sus voces a pleno. Muy buen trabajo entonces para Cesar Bustamante (Niños) y Miguel Martínez (Estable) y en este último caso también actuó con eficacia en la breve intervención del Tercer Acto.

 

  Vocalmente, en los roles mas pequeños fue un lujo contar con Sergio Spina como Parpignol y Gustavo Gibert como Benoit. Ambos haciendo gala de histrionismo y actuando con total eficacia. Muy correctos Luis Loaiza Isler (Guardia) , Leandro Sosa (Aduanero) y Enzo Romano como Alcindoro. Tanto Leonardo Fontana (Colline) como Cristian Maldonado (Schaunard) tuvieron corrección en sus intervenciones y buen desempeño actoral. Son interesantes voces a las que se les ha brindado la gran oportunidad de integrar un elenco con voces consagradas. Los seguiremos observando en futuras intervenciones de ambos. Un interesantísimo trabajo fue el del Brasileño Vinicius Atique como Marcello. Muy buena voz y muy buena actuación. Ha sido uno de los aciertos mas notorios en la formulación del elenco. ¿Era para Paula Almerares la Musetta de este elenco, con los inmensos antecedentes que le reconocemos? Despues de observar su actuación, con tanto oficio, tan buena voz, tanta carrera en la que el Rol ha sido uno de sus “Caballitos de Batalla”, llego a la conclusión de que ha sido otro de los grandes lujos de la versión y en realidad debió haber estado incluida pero en instancias superiores. Gustavo López Manzitti trazó un Rodolfo hacendo gala de todos sus recursos vocales, su oficio  y desplegando una convincente actuación, la que construyó con suma inteligencia. Marina Silva trazó una magnífica Mimi, sacándole el jugo al personaje hasta en los detalles mas mínimos. Actuación verdaderamente consagratoria si es que le hacía falta demostrar algo mas.

 

  Musicalmente, la versión le fue encomendada (al igual que el primer elenco) al Norteamericano Joseph Colaneri, titular de una compañía “Off Met” en New York, pero que también registra trabajos tanto en este último teatro, como para la New York City Opera y salas de Australia y Japon. Logró un aceptable rendimiento de la Estable, hizo un buen ajuste y tuvo plena comunicación  con el palco escénico, aunque careció de nervio, tensión y mayor emotividad. Ignoro los motivos que llevaron a su convocatoria.

 

  Y para la Dirección Escénica se contó una vez mas con Stefano Trespidi quien fuera responsable de poner en escena la Traviata de Franco  Zeffirelli como repositor de la misma para el Colón. Tuvo momentos cambiantes. Mientras trazó con exactitud a todos los personajes protagónicos, sobrecargó las escenas de masas. Abuso de efectos como el congelamiento de imagen y el discutible saludo con las manos que toda la compañía le hizo al público al final del segundo acto buscando el aplauso fácil. Del mismo modo resultó innecesario el situar prostitutas frente a la hostería del “Arco del Infierno”, por lo que su trabajo terminó quedando un tanto desdibujado.

 

   Podría decirse entonces que los puntos mas altos han quedado en todos los elementos de la casa, incluídos Escenógrafo-Iluminador y vestuarista, mas la grata sorpresa de Vinicius Atique. Alarmantes en cambio fueron la pobreza en algunas ideas de escena y en la idea musical.

 

Donato Decina