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“Falstaff” de Verdi en el Teatro del Globo

 

EL “PANCIONE” CORRIO CON UNA SONRISA EL TELON AL 2018

Teatro Globo

Miércoles 19 de diciembre de 2018

 

Escribe: Donato Decina

 

“Compañía Lírica Giuseppe Verdi”. Temporada 2018

Opera: “Falstaff”, Comedia Lírica en Tres Actos y 6 cuadros con Música de Giuseppe Verdi y Libreto de Arrigo Boito, basada en “Las Alegres Comadres de Windsor” de William Shakespeare.

Elenco: Luis Gaeta (Sir John Falstaff), Sabrina Cirera (Alice Ford), Sebastián Sorrarain (Mr. Ford), Laura Domínguez (Meg), Alicia Alduncin (Mrs. Quickly), Natalia Salardino (Nanetta), IvanMaier (Fenton), Gabriel Sala (Dr. Cajus), Luis Glyndenfeldt (Pistola), Fernando Tasende (Bardolfo), Agustín Aduriz-Bravo (Tabernero-Rol Actuado).

Escenografía Digital y Proyecciones: Manu TangirFarrés

Vestuario: Sidney Page,

Maquillaje: Catalina Sofía.

Maestra Preparadora: Eduviges Picone.

Orquesta y Coro . Director Musical: Ramiro Soto Monllor.

Regie y Dirección General: Adriana Segal.

 

 

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

 

  Con este “Falstaff” que la “Compañía Lírica Giuseppe Verdi” ha puesto en escena en el Teatro del Globo, en materia de espectáculos líricos ha caído el telón para la temporada 2018. Algunos conciertos y funciones de Ballet como “El Cascanueces” restan aún para los próximos días, pero entiendo que en lo que hace a funciones encabezadas por primerísimas figuras de Ntro. Medio, con la función que a continuación comentaré el telón cayó definitivamente y cerramos el año lírico con un muy buen espectáculo, el que tuvo estupendas voces, muy buena realización musical y detalles visuales de muy buen gusto.

 

   La “Compañía Lírica Giuseppe Verdi” se mueve fundamentalmente merced al esfuerzo de Adriana Segal,, quien además fue la responsable de poner en escena el espectáculo. Mayoritariamente se hace todo a pulmón. Y cuando manifiesto esto créanme que es así. Todo el vestuario (Incluído los calzados) se realiza de manera artesanal. Aquí se notó mucho la creatividad de Sidney Page, el que en base a corbatas de diferentes fondos y múltiples fantasías diseño los trajes de todos los personajes a excepción de Nanetta, la que lució un vestido de tono rosa pálido con grandes lunares cubierto por un saco tejido en tono natural. Fue a tono con la época de la acción. Igualmente merece la mención la caracterización del protagonista a quién se le colocó un relleno acorde a la fisonomía de Falstaff con una cobertura que dejaba al aire la gran barriga y hacía visible hasta el ombligo. Primeros aciertos de este noble espectáculo. De igual manera, la ambientación en base a pocos pero acertadísimos muebles y con proyecciones de fondo que mostraban una taberna de época con los barriles estibados en el fondo y la simpática imagen de un gato reposando sobre la parte superior de uno de ellos. Los jardines de la casa de los Ford, ésta en estilo Tudor, con sus sogas de tendido de ropa y hasta animales de corral pastando allí. El interior de la casa con su infaltable hogar a leños y sus vitrales en las ventanas. La parte trasera de la posada con un angosto callejón (la expresión justa es de antaño: “Callejón de Mala Muerte”).El bosque, el roble, los espectros de fantasmas y hasta la sombra del propio Fastaff rondando por ahí y las imágenes de este ilustrando el pensamiento de Alice como las de Esta y el protagonista juntos ilustrando elpensamiento de Ford. Vaya entonces mi reconocimiento para Manu TangirFarrés, quien supo interpretar el Libreto y el Sentir de la Directora de Escena, plasmando una estupenda realización Visual. Completó la realización un estupendo maquillaje de Catalina Sofía, el que de ningún modo cayó en las recargas y estuvo en todo momento ajustado al vestuario, a la escena y a la luz, esta ultima muy ajustada, dando a lo largo de la función un marco por demás rico en imágenes.

 

  En pocos momentos del segundo cuadro del segundo acto y del también segundo cuadro pero del tercero, intervino el Coro de la Compañía muy bien preparado y con una correctísima actuación de conjunto, moviéndose con amplísima soltura en escena.

 

  Una Orquesta reducida pero magníficamente preparada por Ramiro Soto Monllor dio marco a las voces. El Joven Director realizó una concertación sin fisuras, con pleno entendimiento con el palco escénico. Desde mi posición en la sala (en la parte delantera), hubo al comienzo alguna saturación del sonido del conjunto que por momentos no permitió escuchar a pleno a los cantantes. Sin embargo, durante ese primer acto esto fue percibido por Soto Monllor y paulatinamente se fue subsanando, por lo que la función culminó con una realización musical de estupenda factura.

En cuanto a la parte vocal, comienzo por señalar que se contó con una preparadora del nivel de Eduviges Picone, la que dejó a los interpretes en una forma ideal al llegar al escenario.


Sabrina Cirera fue una estupenda Alice con voz firme, segura y muy grato timbre, tuvo soltura escénica y la exacta vis femenina para la caracterización. Sebastián Sorrarain fue un buen Ford con timbre muy claro, seguridad en la emisión y buen juego escénico. Natalia Salardino fue una Nanetta Ideal, voz fresca de estupenda  emisión con buenos recursos actorales, dejó una imagen convincente. Su correlato lo encontró en un magnífico Ivan Maier con un Fenton de altísima calidad , estupenda voz y muy buena actuación. Alicia Alduncin realizó una buena caracterización de Mrs. Quickly con correcta voz y buena entonación, la que se cumplimentó con una buena veta de comedia. Una grata sorpresa la constituyó la presencia en el elenco del tenor Gabriel Sala (Quien además es jefe de cuerda del coro interviniente) en el Rol del Dr. Cajus. No hace en lo cotidiano del canto su medio de vida. Sin embargo, mostró muy buen registro, muy buena actuación y fue preparado de tal forma que estuvo al nivel de los muy buenos profesionales que estaban en escena, por lo que la decisión de su participación fue absolutamente acertada. Magníficos laderos de Falstaff y de Cajus constituyeron Luis Glyndenfeldt (Pistola) y Fernando Tasende (Bardolfo), este ultimo de descollante actuación en el segundo cuadro del tercer acto, con veta de comedia  formidable.


Pero lo verdaderamente sobresaliente de la noche lo constituyó la actuación de Luís Gaeta en el protagónico. Dueño y Señor del escenario, de la actuación y del canto. Comediante nato emerge con absoluta naturalidad y traza una criatura querible y entrañable. Casi se podría decire que es el “titiritero” que mueve todos los hilos.


Adriana Segal fue el nervio-motor de este espectáculo, con muy buen gusto en las  marcaciones actorales , haciendo un esfuerzo titánico al poner en escena este título con semejantes nombres en el escenario. Supo rodearse de magníficos colaboradores, con lo cual el cincuenta por ciento de la propuesta estuvo cubierto desde el vamos. El resto fue todo suyo y ojalá sea Esto el estímulo a persistir en la pelea.

 

Donato Decina