Héctor Coda
1932 - 2019
De: Avanti a Lui - Víctor Fernandez
El sábado 23 del corriente falleció Héctor Coda. Había nacido el 8 de febrero de 1932. Crítico musical. Licenciado en Filosofía y en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata. Ejerció la docencia en la materia Historia del Periodismo en la Universidad del Salvador y Periodismo Audiovisual y Discurso Literario en la Universidad del Museo Social Argentino. Escribió en las revistas Música Hoy y Ars. Fue Jefe de Espectáculos del diario La Prensa, y colaborador como Crítico musical del diario La Nación. En su carácter de crítico musical, la Fundación Konex lo invitó a integrar el Gran Jurado de los Premios Konex 1989, así como también el de 1999. Escribió el libro "La educación y la cultura de masas en Argentina" (1966). Fue miembro fundador y ex Secretario General de la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina. Fue un crítico de raza, que encumbró su profesión haciendo gala de un profundo conocimiento de su tarea y esplendido dominio del idioma, sus artículos son una guía para las próximas generaciones, que practiquen el periodismo musical con imparcialidad, rectitud e integridad.
Víctor Fernández
CRITICO, MAESTRO, AMIGO
Escribe: Donato Decina
La fría noticia nos indica que el pasado Sábado 23 a la edad de 87 años, falleció Héctor Coda, uno de los más brillantes Críticos y Maestros de Crítica que haya dado la República Argentina. Pero esta nota no intenta ser una semblanza. Intenta rescatar a Coda ser humano, amigo, consejero, buen dirigente que por largos períodos hasta el trágico ACV que minó su salud ocupó una de las Secretarías Generales de la Asociación de Críticos Musicales de la República Argentina, a la que me invitó a integrarme y pertenecer y en la que hoy con gran satisfacción ocupo una de las Secretarías Generales Adjuntas.
Procedente del mundo del cine, para lo que escribió en diversos medios, fue también maestro de arte y es en la música en donde a través de sus críticas descolló sobremanera, fundamentalmente en las páginas del Diario la Nación, en donde junto a Alberto Emilio Giménez y a Juan Carlos Montero conformó una triada verdaderamente de lujo. Conversar con el era un verdadero deleite. Largas tenidas luego de conciertos o estrenos líricos podían derivar en versiones escuchadas en vivo de las obras que acabábamos de escuchar o recordar filmes, festivales cinematográficos y hasta lugares adónde la profesión lo llevó. Sobrio, de conceptos preclaros, siempre con la palabra justa a la hora de calificar o de justificar el porqué de una elección, hizo del buen habla un culto. Deja en todos nosotros el permanente recuerdo de sus enseñanzas, su impecable trayectoria y su permanente resaltar de la excelencia en el arte y en la música. Sea por todo ello por siempre recordado.
Donato Decina
