OBRAS DE SUMA POTENCIA BIEN PRESENTADAS
Sala Sinfonica
Miércoles 22 de Mayo de 2019
Escribe: Donato Decina
Bruno Videla: Danza salvaje, opus 26;
Barber: Toccata festiva, para órgano y orquesta, opus 36;
Janácek: “Misa Glagolítica”, para solistas, doble coro, órgano y orquesta.
Mónica Ferracani, soprano,
Florencia Machado, mezzo
Enrique Folger, tenor
Mario De Salvo, bajo barítono
Sebastián Achenbach, órgano
Coro Polifónico (Raúl Domínguez)
Orquesta Sinfónica Nacionales (Carlos Vieu).
NUESTRA OPINION: MUY BUENO
Este concierto será recordado por el rescate de dos obras que hacía muchísimo tiempo (Décadas) que no visitaban los atriles de las Orquestas Argentinas y un estreno para Gran Orquesta de Compositor Argentino que estuvo a la altura del resto de la programación.
Efectivamente, la “Danza Salvaje” de Lucio Bruno-Videla es una Obra dedicada a Carlos Vieu, Director de la velada y se resolvió incluírla como estreno dentro de la velada. Al compás de lo que vendría después y luego de escucharla, fue un total acierto su inclusión. Pide una Orquesta “Mahleriana”, tanto en dimensiones como en instrumentos que integran la orquestación. A todos los usuales, agreguemos nutrida batería de percusión, Saxofón y Guitarra eléctrica, estos dos últimos, con participaciones solistas. Fuerza, frenesí , despliegue y colorido y un Vieu que se prodigó por completo con una muy seria preparación y un formidable resultado. La sostenida ovación de la concurrencia premiando tanto al Compositor como al Director, nos hace pensar que estamos ante uno de los grandes estrenos de la corriente temporada.
Otro acierto de programación es aprovechar a fondo las bondades y virtudes del órgano Klais Op.1912 que corona la Sala Sinfónica, incluyendo La “Toccata Festiva” para Organo y Orquesta, Op. 36 de Samuel Barber. Rareza absoluta para estas latitudes, combina momentos de brillo, fuerza y hasta de instrospección. Sebastian Achenbach, un muy joven organista Argentino, descolló en las partes solistas logrando sonidos y acordes imponentes y honor a Carlos Vieu que ensambló a la perfección a la Orquesta con el Solísta. Es una obra que debería frecuentar mas seguido los atriles y bienvenida sea la inclusión.
El cierre de la noche vino de la mano de una espectacular versión de la “Misa Glagolítica” de Leos Janacek. Escrita en la base del eslavo antíguo, requiere una vasta masa Orquestal y muchísimos pasajes traen a la memoria innumerables composiciones como por ejemplo, “Jenufa” o “Sinfonietta”. Varios factores conjugaron para que sea una versión de excelenia: El Polifónico Nacional, magistralmnte preparado por Raúl Domínguez, con emisión compacta, homogénea y amalgamada por completo. Una vez mas Sebastian Achembach desde el órgano con precisas y virtuosas intervenciones. Cuatro solistas de excepción: Mónica Ferracani, sabia en el decir con magnífica emisión y estupendo registro. Enrique Folger una vez más entregándose con absoluta generosidad y con una emisión robusta y formidable. La reaparición de Florencia Machado a la que escuchamos con registro muy robustecido y con notas graves admirablemente proyectadas y Mario de salvo, que en repertorio eslavo (como ocurriera en “La Ejecicuón de Stephen Razin” de Shostakovich) demostró estar una vesmas a la altura de las circunstancias. Pero por sobre todo volver a escuchar a Carlos Vieu en el repertorio Sinfónico. Coral tan afín a su personalidad y descollando en la interpretación.
Es un milagro que la Sinfónica Nacional, a pesar de sus conflictos. se entregue al púbico de manera tan impactante. Una vez más los delegados volvieron a informar al Público que no hay respuesta aun a los reclamos y que días pasados junto a otros Entes de Cultura en igual situación, interpretaron en la puerta de la Secretaría del área el Himno Nacional Argentino. Y en esta ocasión el Polifónico sumó la adhesión al reclamo con la presencia de todos los coreutas intervinientes en el Concierto en su sector en la sala. ¿No será hora de sentarse a conversar?
Donato Decina