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El Barbero de Sevilla por el Ensamble Lírico Orquestal

 


Una versión divertida y con dignidad artística

 

Teatro Astral, Corrientes 1639
Miércoles 22 de mayo de 2019


Escribe: Andrés Hine

 

 

El Barbero de Sevilla, de Gioacchino Rossini.
Libreto: Cesare Sterbini.
Elenco: Enrique Gibert Mella, Lídice Robinson, Patricio Olivera, Mirko Tomas, Felipe Cudina, Cecilia Pérez San Martin, Alfredo Gonzalez Reig, Eduardo Maradei


Coral Ensamble
Directora del coro: Cecilia Layseca
Orquesta del Ensamble Lírico Orquestal
Director de orquesta: Gustavo Codina
Régie: Gonzalo Berdes
Escenografía:  Gonzalo Berdes
Vestuario: Miguel Alejandro Flores
Iluminación y proyecciones: Luis Bolster
Sala: Teatro Astral

 

 

El Barbero de Sevilla  (Il barbiere di Siviglia, ossia L'inutile precauzione) es una ópera buffa en dos actos de Gioacchino Rossini con libreto de Cesare Sterbini, basado en la comedia francesa de Pierre Beaumarchais Le Barbier de Séville (1775). La première de la ópera (bajo el titulo de Almaviva, o sia L'inutile precauzione) tuvo lugar el 20 de febrero de 1816 en el  Teatro Argentina de Roma. Ha demostrado ser una de las más grandes composiciones de la comedia musical y aún después de más de 200 años sigue siendo una obra muy popular. Traducida o en italiano, alterada y desnaturalizada, o restituida por estudiosos, su música ha resistido el paso de los años y las modas.

 

La ópera cuenta los hechos de la primera de las tres obras de la trilogia de Beaumarchais cuyo personaje central es el barbero Fígaro. La composición de Mozart, Las Bodas de Figaro, escrita 30 años antes en 1786, está basada en la segunda de la trilogía.  Otras óperas basadas en la primera fueron compuestas por Giovanni Paisiello (1782), Nicolas Isouard en 1796, y Francesco Morlacchi en 1816. Sólo la versión de Rossini se representa en la actualidad.

 

A pesar de ser una delicada comedia con música elegante, es una de las que más se resiente cuando le falta el aspecto teatral. Esta versión que ofreció el Ensamble Lírico Orquestal contó con una régie óptima y un elenco que se destacó por su homogeneidad.

 

  Enrique Gibert Mella es uno de los mejores Fígaro en nuestro medio. Exhibió una voz de amplia sonoridad, flexibilidad y buena articulación del texto. Con una entrega graciosa, compuso un barbero que expresó cabalmente la astucia y socarronería del personaje.

 

Su patrón, el Conde de Almaviva, encontró en Patricio Oliveira un cantante elegante y espontáneo. Manejó su voz bien timbrada que corre por la sala, tal como quedó demostrado en sus dos arias que consiguieron el favor del público.

 

La Rosina de Lídice Robinson fue ágil y chispeante. Astuta y apasionada. cantó con tonos firmes y bello color en todo su registro. Además, tiene la ventaja que le da una buena figura, una sonrisa natural y modales graciosos.

 

Como rival del Conde, se encuentra el anciano tutor Don Bartolo. Mirko Tomas dio a este personaje prestancia vocal y actoral. Compuso un Bartolo muy divertido y hábil. Además de su frecuente presencia en escena y su intervención en varios números de conjunto, tiene una extensa y difícil aria, “A un dottor”, que cantó con muy buena articulación.

 

Su amigo, el inescrupuloso Don Basilio, fue interpretado por Felipe Cudina. Se destacó por su ductilidad y dotes cómicas e imprimió un toque de humor al personaje. Fue muy buena su interpretación de “La calunnia”, que requiere, además, de agudos potentes.

 

Cecilia Pérez San Martin  sorprendió como una Berta de canto seguro y esmerada línea. En tanto, Alejandro González Reig realizó una buena composición de Fiorello, al igual que quienes estuvieron a cargo del Sargento y el Notario.

 

El Coral Ensamble masculino, bajo la dirección de Cecilia Layseca, realizó una muy buena actuación.

 

La batuta de Gustavo Codina al frente de una orquesta de cámara integrada por miembros de orquestas profesionales, construyó momentos de tensión que se alternaron con los de mayor liricismo. Los tiempos fueron precisos y mostró la típica chispa de la partitura.

 

La régie de Gonzalo Berdes fue respetuosa del libreto y de la tradición, en términos generales. Con pocos elementos, mucha creatividad y un elenco dúctil y destacado en lo actoral, logró reflejar la comicidad y picardía intrínseca en la obra. La marcación escénica fue óptima. No faltó belleza al vestuario de Miguel Alejandro Flores ni a la escenografía de Juan Carlos Hougham, lo que se complementó con la buena iluminación de Luis Bolster. Resumiendo, un logro visual muy atractivo.

 

Aplausos entusiastas de un público que sin duda había pasado un momento divertido, para todos los artistas intervinientes fueron el corolario a un trabajo en equipo evidentemente muy profesional y esmerado.  

 

 

 

Nota: La próxima función, planificada para el miércoles 29 de mayo se ha reprogramado para el miércoles 5 de Junio