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UNA IMPECABLE REALIZACION

Iglesia Metodista, Almagro

18 de Agosto de 2019.

 

Escribe: Donato Decina

 

 

Ciclo Coral de la Iglesia Evangélica Metodista de Almagro (vigésimo Aniversario)

Presentación de “Musica Quantica” (voces de Cámara)

Preparador: Gastón Dvoskin. Ensamble Instrumental..

Solistas: Laura Polverini (soprano), Alejandro Spies (Barítono)

Director: Camilo Santostefano.

Programa: Johannes Brahms: “Un Requiem Alemán”, Op. 45 (versión de cámara de JoachimLinckelmann).

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

 

Desde hace 20 temporadas con la Dirección del Maestro Rodolfo Van der Meulen (Premio de la Asociación de Críticos Musicales de Argentina a la trayectoria como Director de Coro) y la Coordinación de Cristina Gualdieri, la Iglesia Evangélica Metodista de Almagro realiza un ciclo de Música Coral a cargo de agrupaciones de buen desenvolvimiento. Esta cita contó con el Concurso de “Musica Quantica” (Voces de Cámara) la muy buena agrupación fundada por Camilo Santostefano en el año 2006, ahora preparada por Gastón Dvoskin, un Ensamble Instrumental conformado sobre la base del Cuarteto de Cuerdas Arkhé, que integran Adriana Miranda Torrico y Leandro Loggia en Violines, María Luz Rivera en viola y Yetzabel Ramírez en Violonchelo, más la participación de Marina Calzado Linage en Timbal, Juan Rabiolo en Contrabajo y un grupo de instrumentistas de Aerófonos, las Voces de Laura Polverini y Alejandro Spies y el retorno del Fundador del grupo coral para la concertación general de la versión para Cámara que Joachim Linckelmann realizó para “Un Requiem Alemán”.Op. 45 de Johannes Brahms.

 

  Hablar de esta obra poco común, es hacer referencia en que Brahms no la concibió como una Misa de Difuntos a la usanza de la Liturgia Cristiana, sino que de acuerdo a textos de la Liturgia Luterana cuidadosamente seleccionados y entonados en lengua germana, se inicia hablando desde el dolor por la partida del ser querido, va rotando hacia una emotiva evocación y luego se llega a una serena resignación que permite aguardar con fé y esperanza a quienes quedan vivos. Es por eso que desde un énfasis inicial muy pronunciado, se va hacia los dos pasajes de Dolor profundo. Un fragmento coral posterior inicia la transición. Los momentos de soprano y barítono alimentan la esperanza que llevará a la serena resignación final, remarcada por el coro. Brahms inició su plan de composición en 1861. 1868 es el año de su estreno parcial y 1869 el del estreno definitivo con gran suceso, el que se extiende de modo merecido hasta Ntros. días. El Homenaje a Franz Schubert y los fallecimientos de Robert Schumann y su propia madre obraron en el compositor Hamburgués como motivadores de muchos de los momentos de la obra. Hay en ella dos magníficas fugas en los momentos Ns 3 y 6 a cargo del coro, luego de una introducción y desarrollo en ambas a cargo del barítono. Un notable momento (el Nº 5) reservado a voz de soprano, un pasaje coral de fuerte crescendo dramático el N 2 y los instantes de introducción y epílogo (Nºs. 1 y 7) a cargo del Coro en donde la serenidad perdura por sobre todo.

 

  La reducción de Joachim Lincklemann es muy interesante y va en consonancia con una tendencia actual a adaptar a este formato obras de densa orquestación que pueden llegar a tener un tratamiento camaristico sin por ello resignar un ápice la esencia del trabajo original. Concepto ya visto últimamente en Ntro. Medio en páginas como la Quinta Sinfonía de Mahler o Cuadros de Una Exposición de los que di cuenta en este blog.  Requiere para ello de muy buenos instrumentistas capaces de suplir con su calidad todo aquello que queda suprimido del original.


El producto final ofrecido, tuvo momentos de vibrante desarrollo en los pasajes más dramáticos, realzados desde el timbal por Marina Calzado Linage (acaso la mejor percusionista femenina de la Argentina), fragmentos impecables de cuerdas a cargo de todos los integrantes del Arkhé mas Juan Rabiolo desde el Contrabajo y muy aceptables desempeños de los instrumentistas de Aerófonos convocados para completar el grupo instrumental. La dulce melodía del 5º Tiempo fue vertida por Laura Polverini de modo impecable con timbre exquisito y muy buen decir. Imponentes fueron las dos intervenciones vocales de Alejandro Spies con una expresividad fuera de serie, generoso caudal y soberbio énfasis. “Musica Quantica” una vez más tuvo formidable lucimiento, muy bien preparado por Gaston Dvoskin. Sonido homogéneo, emisión sin fisuras y perfecta afinación.


Camilo Santostéfano es un gran Director de Orquesta y Coro al que elogié profusamente por su indudable capacidad y jerarquía, no solo como Conductor de “Musica Quantica”, sino también como el guía musical de la “Lírica Lado B” Original. Lamentablemente para Nosotros, dos coros Austríacos han fijado en El su atención, lo que llevó a Ntro. Músico a tomar la decisión de aceptar las propuestas  de un medio tan exigente y de caras tradiciones y partió hacia allí.  Lo que no fue impedimento para que Santostefano regresara y cumpliera su compromiso asumido con Rodolfo van der Meulen y la Iglesia Metodista de Almagro ,tanto como con La Facultad de Derecho y los tradicionales Conciertos del Mediodía del Mozarteum en el CCK, en donde la obra se interpretará por última vez el Miercoles 21 a las 13 horas.  Hay un detalle más: el próximo Setiembre, Santostefano recibirá su Konex como uno de los cinco mejores Directores Corales de la última década. Su concepción y el trabajo de Empaste y concertación no pudieron ser mejores. Estuvo en todos los detalles, extrajo lo mejor de cada interprete y logro una versión de altísima calidad artística, llegando al fondo de la partitura.

 

  Luego del saludo al público para agradecer la merecida ovación final, Santostefano tomó la palabra para decir que el concierto había sido dedicado a la memoria de Adeláida Negri, fallecida el día anterior. No pudo haber existido un homenaje más justo.

 

Donato Decina