Monteverdi Choir con English Baroque Soloists en el Teatro Colón
Teatro Colón
Miércoles 13 de noviembre de 2019
Escribe: Eduardo Balestena
Grandes Intérpretes Internacionales.
Monteverdi  Choir
      English  Baroque Soloists
      Dirección:  Sir John Eliot Gardiner
       
    
A través de su labor con los grupos que ha dirigido: Monteverdi Choir; English Baroque Soloists y Orcheste Revolutionnaire et Romantique, Sir John Eliot Gardiner constituye un extenso y nodal capítulo en la interpretación histórica de la música. Una muestra de ello es su versión integral de las sinfonías de Beethoven (1994) que no sólo instaló el criterio historicista en el repertorio clásico (como ya lo estaba en el del barroco) sino que, al seguir los criterios interpretativos y las indicaciones metronómicas originales, permitió un nuevo y radical enfoque de ese corpus, sosteniendo la tesis de que las raíces de las sinfonías de Beethoven se encuentran en obras musicales de la época de la Revolución Francesa, con lo cual abrió un criterio diacrónico en torno a la concepción temática beethoveniana, al establecer fuentes contemporáneas como motores temáticos y pensar a la creación como un proceso integral. Otro hito fue su grabación de la Sinfonía Fantástica y la Messe Solennelle de Berlioz (Berlioz rediscovered), con instrumentos originales, tales como el serpentón.
      En el repertorio renacentista y  barroco no sólo resignificó a figuras como Monteverdi, Scarlatti, Bach y  Haendel sino que redescubrió  a autores  como Giacomo Carissimi y estableció un criterio de perfección en la interpretación  de las obras del período, permitiendo valorar no sólo su componente religioso  sino, fundamentalmente, su potencialidad estética.  
    De asidua presencia en escenarios  internacionales,  tales como el Festival  de Salzburgo, constituye un hecho trascendente haber podido contar con estos  interpretes en el escenario del Teatro Colón.
    Jehova, quam multi sunt hostes, de Henry Purcell (1659-1695) fue la primera de las obras del programa.  Motete escrito para cinco voces (dos sopranos, alto, tenor y bajo) más  continuo: viola da gamba, tiorba, órgano, está tomado del salmo 3 y las voces  se encuentran tratadas con gran delicadeza y amalgamadas las distintas cuerdas  en un horizonte de gran musicalidad.
    La  Messa a 4 voci da capella, SV 190,  de Claudio Monteverdi (1605-1674)  siguió en el orden del programa. La herencia del gran maestro de Cremona no  sólo incluye los famosos madrigales y óperas, por los cuales se opera la  transición entre renacimiento y barroco, sino también obras religiosas como  esta misa, en las que amalgama el rigor de la tradición contrapuntística con el  estilo moderno, con recursos en sí sencillos. Logra una textura musical suave y  variada, con bellas gradaciones vocales.
    La inclusión de Jephte, de Giacomo Carisimi (1605-1674)  permitió apreciar la gran riqueza musical de este oratorio. La historia narrada  –por varias voces que se alternan en dicha narración- está basada en un  episodio del antiguo testamento que refiere lo acontecido a Jepthe, capitán del  ejército de Israel (tal como ilustra el elaborado y completo comentario de  Margarita Pollini en el programa de mano) “quien había prometido a Dios en la  batalla sacrificar al primer ser humano que saliera a recibirlo en el retorno a  su hogar. Jephte vence, y a su regreso encuentra a su única hija, a la que debe  sacrificar”. 
    Tal núcleo narrativo establece una  acción de fuertes connotaciones, incesante e intensa que el relieve, los  matices y las connotaciones de las voces –particularmente la de la hija de  Jehpte- hace desgarradora. El bajo continuo todo lo subraya, delicada y casi  inadvertidamente, sin que casi se lo note; el coro comenta las acciones pero  son los narradores y las voces solistas quienes, como en el caso de la soprano  que encarna a la hija, se expresan en frases con sonidos que se ligan,  ascienden, descienden sutilmente y se prolongan. Desde detrás de los cortinados  dos sopranos comentan asimismo la acción.
    Acción dramática expresada por medio  de la voz, en sus inflexiones más puras, claras y directas, se trata de una  obra de enorme maestría y expresividad musical, desgarradora y hermosa a la vez.
    La segunda parte comenzó con Hear my prayer, de Henry Purcell (1659-1695). Perteneciente a una colección de himnos  es probablemente, señala Margarita Pollini, parte de una obra mayor.
    El Stabat Mater en do menor, de Domenico  Scarlatti (1685-1757) cerró el programa.
      La musicalidad del poema atribuido  al monje franciscano Jacopone da Todi, que refiere el dolor de María al pie de  la cruz, ha dado lugar a una larga serie de Stabat Mater. Domenico Scarlatti  probablemente escribió esta obra en el período en el que trabajó en la Capella  Giulia entre 1714 y 1719 dando a las voces un tratamiento sumamente expresivo y  complejo, con permanentes cambios y gradaciones –en volumen, altura e intensidad-.  Las voces expresan ya tensión armónica (Quis  non posset) ya distensión. Elaborado en grado sumo, el contrapunto es  absolutamente virtuoso, en su rapidez y en el minucioso armado. El madrigalismo  en las voces les permite expresar el sentido del poema: el temor a las llamas  del infierno (Inflammatus et accensus).
    El final es uno de los momentos más  complejos: por el contrapunto en las voces, extenso y de distintas gradaciones,  la intensidad creciente y los matices de las voces.
    El Monteverdi Choir fue fundado por  Sir John Eliot Gardiner en los años sesenta, dedicado al enfoque historicista  en la interpretación del barroco, interviniendo asimismo en el registro de la  Sinfonía nro. 9, opus 125 de Ludwig van Beethoven. Por su parte, English  Baroque Soloists fue creado en 1978. El conjunto de ambas agrupaciones  constituye uno de los mayores referentes en la interpretación historia de la  música.
    Son muy numerosos los registros de  Sir John Eliot Gardiner aun con formaciones no historicistas en versiones de muchas  obras, tales como Don Giovanni, de Mozart, con el Concertgebow de Amsterdam o  la Sinfonía La Grande, de Franz Schubert, con la Filarmónica de Viena y también  lo son los reportajes en los cuales se explaya sobre diversas obras dentro del  concepto de interpretación histórica de la música.
    Su libro Music in the castle of heaven: a portrait of Johann Sebastian Bach,  obtuvo el premio Prix des Muses.
      Contar con estos intérpretes y  acceder a través de ellos a este repertorio fue un acontecimiento de gran importancia  musical.  
       
    
Eduardo Balestena
    

