“La Damnation de Faust” en memorable versión en el Met
Metropolitan Opera
Nueva York
Sábado el 8 de febrero 2020
Escribe: Néstor Echevarría
En mi reciente viaje por los EEUU, país muy castigado por la pandemia del Coronavirus en estos momentos, tuve la oportunidad de hacer una viaje transversal, desde el Este al Oeste del pais, se diría tambien desde el Atlántico al Pacifico Por cierto que una experiencia en lo personal altamente valiosa.
      En  despacho  anterior  me ocupe de funciones de la Opera de Los Angeles,  que tiene hoy en California un crecimiento exponencial. Pero un teatro tan  empinado  mundialmente en el campo  operístico como el Met neoyorquino, me permitió   con sus gratísimas invitaciones, apreciar nuevamente  una serie de veladas consecutivas, y verificar  una vez mas la medida de su tremenda capacidad organizativa, que  lamentablemente en estos momentos debió suspender por los graves acontecimientos  que sonde dominio público. 
      Por  eso en este despacho vuelvo con una de mis críticas desde Nueva York, donde la  intensa actividad lirica del Metropolitan Opera House se trasunta como es  costumbre en ese coloso lirico, en una tipología de programación que viene  registrando habitualmente, que incluye mas de doscientas funciones en su  temporada, dedicando un cierto número de títulos (en este caso, cinco) a  las  “new productions”, y ampliada  con  veinte títulos  mas del repertorio  proveniente de su acervo. Hablamos entonces  de veinticinco títulos liricos en la temporada, como estaba  programada par este año.
      
En  este contexto ,  la reposición realizada  de “La damnation de Faust”(La condenación de Fausto) , leyenda dramática como  la concibió su autor Héctor Berlioz,que tuvimos la dicha de apreciar en su  trigésima performance en la estadística del teatro, en una de las clásicas  matinée de los sábados, y resultó  sin  ninguna duda  una  experiencia musical realmente memorable La  versión se dio en forma de concierto  suprimiendo del cartel la realización visual del afamado “régisseur"  Robert Lepage ,anunciada al principio de la temporada.
      
Y a fe, amigos lectores, que valió la pena que fuese asi, con el coro espléndido en voces y registros en el escenario (también cabe esto para el de niños, que interviene al final de la obra) y los cantantes luciéndose en el momento indicado en partitura, porque se logró una calidad absoluta en esta obra basada en el famoso Fausto de Goethe que el propio compositor francés Héctor Berlioz dirigió en Paris en la Opéra-Comique en 1846 , concebida para hacerlo en forma de concierto.
      En  la versión del Met que presencié, condujo con excelencia el director inglés  Edward Gardner (45), oriundo de Gloucester, de ascendente carrera, al frente de  una orquesta  del Met de notable  respuesta en toda la partitura, y con la presencia de dos solistas que  personificaron a Margarita y Mefistófeles punto menos que ideales. Fueron  ellos  la   admirable mezzosoprano letona ElinaGaranca, nacida en 1976 en Riga, que  nos entregó en el Colón un memorable recital el año pasado que comenté en estas  paginas,y que compuso un personaje ideal ,tanto en la balada del rey de Thule  como en la comprometida y bellísima   “D’amour,l’ardenteflamme” que mantuvo en vilo al público de aplaudir  para no interrumpir la partitura. Soberbia versión vocal, con sus filados,su  emisión y la expresividad de su canto
      También  fue brillante el bajo ruso IldarAbdrazakopv (43) en plenitud de su registro  vocal, potente y bien timbrado,y su expresiva versión  del personaje de Mefistófeles. Sus arias y  escenas con Fausto fueron también una nota de calidad, en tanto el tenor de  Missouri, Michael Spyres (39) supo vencer obstáculos y demostrar que todavía  puede superarse en una composición en que fue vocalmente solvente .Un  espectáculo entonces  digno de convertirse  en un noble homenaje al compositor  en el  sesquicentenario de su muerte , cumplido el año precedente.
      
En  resumidas cuentas, un Metropolitan de estrellas de la lirica, como lo fue en  tantos momentos de su trayectoria, que sigue firme, siempre adelante,  como un coloso en los mares de la ópera, por  darle un cariz metafórico al concepto y que prometió retomar su rumbo en la  próxima temporada.
      
En próximo despacho y en la medida que no se haya producido un sesgo diferente en la emergente situación que vivimos, seguiré contando estas experiencias memorables de mi reciente periplo por la Unión. Hasta la próxima.

