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"La finta giardiniera", única ópera de la Temporada 2021 en el Colón

 

Teatro Colon

Viernes 17 de diciembre de 2021

 

Escribe: Graciela Morgenstern

Fotos: Teatro Colón

 

 

"La finta giardiniera", K 196, de Wolfgang Amadeus Mozart

Libreto:   Giuseppe Petrosellini

Elenco: Verónica Cangemi, Darío Schmunck, Marina Silva, Florencia Machado, Santiago Ballerini, María Virginia Savastano, Fabián Veloz

Orquesta Estable del Teatro Colón

Video: Natalio Ríos 

Iluminación, escenografía, vestuario y régie: Hugo de Ana

Dirección musical: Marcelo Ayub

 

Sala: Teatro Colón

 


El Teatro Colón presentó una muy buena versión de "La finta giardiniera", única ópera en subir a escena durante la temporada 2021. La obra fue compuesta por el joven Mozart a sus 18 años, cumpliendo con un encargo de la corte de Munich y fue estrenada con éxito, en 1775. En Buenos Aires se la pudo ver en 1968 y 1972, a cargo del grupo de Ópera de Cámara del Teatro Colón, quienes después la llevaron a varios países, culminando en Viena.


El argumento responde a la tradicional comedia de enredos, típica de la ópera buffa del siglo XVIII, con cambio de identidades, confusiones e innumerables equívocos, a veces difíciles de seguir y comprender. En medio de este marco cómico, siempre subyacen amores correspondidos y de los otros, e infidelidades que finalmente serán perdonadas.


Las bondades de esta representación ofrecida por nuestro primer coliseo se basaron principalmente, en un plantel de cantantes homogéneo, de primera línea, y una impecable dirección musical.


El elenco estuvo encabezado por Verónica Cangemi, especialista en este estilo, dentro del que debería permanecer, expresiva y con no pocos recursos. El tenor Santiago Ballerini se lució como intérprete de comedia y una vez más, evidenció una línea de canto depurada, con fraseo elegante, especialmente en el aria `Care pupille', vertida con refinado buen gusto.


Darío Schmunck encarnó al Podestá, dejando al descubierto una veta humorística que no se le conocía demasiado y al mismo tiempo, sus cualidades vocales, especialmente en `Dentro il mio petto'.


No cabe duda de que Fabián Veloz es poseedor de cualidades vocales extraordinarias, una técnica sólida y una sensibilidad dramática que le permite abordar roles "de peso".  En su caracterización de Nardo / Roberto, agregó una soltura escénica para la comedia, tanto en sus movimientos como en su canto, exhibiendo una gran flexibilidad interpretativa.


El plantel se completó con Florencia Machado como Ramiro, con muy buen resultado vocal y actoral en la agitada  `Và pure ad altri in braccio',  Marina Silva (Arminda), quien se lució en `Vorrei punirti, indegno' y evidenció excelente desenvoltura escénica, al igual que la soprano María Virginia Savastano (Serpetta).


El otro puntal fue la batuta de Marcelo Ayub al frente de la Orquesta Estable. Condujo con tiempos ajustados e impecable estilo, logrando perfecto equilibrio dentro de la orquesta y con el palco escénico. Los músicos de la Estable le respondieron de manera solvente y la función nunca decayó en su faz musical.


La régie de Hugo de Ana, a cargo también de la escenografía, el vestuario y la iluminación,  despertó sentimientos encontrados. Por el lado de los menos, está esa abominable "moda actual" de escenificar la obertura, en este caso, con gente gritando durante la misma y generando ruidos que no permitieron que el público vaya ingresando en el modo de lo que va a escuchar. A eso se agregó la incorporación de elementos totalmente innecesarios y en muchos casos, de dudoso gusto, tales como el escudo y una bandera de Boca Juniors, patinadores, un monopatín eléctrico, por mencionar sólo algunos.


Por otra parte, realizó una esmerada marcación, muy dinámica, que permitió que la acción nunca resultara aburrida durante el transcurso de los momentos más débiles de la ópera. Una escenografía única, inteligentemente elaborada para que pudiera convertirse en los diferentes ambientes requeridos, constituyó un marco refinado y agradable a la vista. La iluminación fue muy adecuada y el vestuario, de singular belleza. Todo ésto sumado a las eficaces proyecciones de video a cargo de  Natalio Ríos.


En definitiva, una sola ópera durante todo el año, pero una muy buena versión.

 


CALIFICACIÓN: MUY BUENA

 

  

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