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La tradición lirica  y musical de Miami en USA


Escribe: Néstor Echevarría
Corresponsal en Buenos Aires


Para este número he preparado , como una escala mas de mi reciente periplo estadounidense,  una referencia a la siempre querida ciudad de Miami, en el Estado de Florida, turística y atrapante, con una fuerte influencia latinoamericana, que en materia operística tiene también el fuerte acento de una ciudad receptora.


Advierta el lector  que allá por 1941 se fundo la llamada entonces Opera Guild of Greater Miami, que con el paso de los años troco su nombre por el de Florida Grand Opera, y yendo e investigando acerca de las estadísticas de la Unión en materia de compañías y teatros de opera, se la ubica en un séptimo lugar, en el país del Norte, atendiendo, claro esta a la cantidad de compañías entre grandes y pequeñas que siembran el país y que superan el centenar.


Ahora bien, esta Opera del estado de Florida fue creciendo entonces , y sumó –como es al dia de hoy- una nueva sede en la ciudad de Fort Lauderdale,  otro punto de referencia de la misma península de la costa este de la Unión..


En sus primeros tiempos ocupaba un auditorio mas modesto  en el cual se fueron desrrollando funciones Era el Miami-Dade County Auditorium y allí fueron apareciendo grandes figuras de la lirica que afirmaron su presencia en el movimiento operístico internacional, Hablo de Joan Sutherland, Regine Crespin Beverly Sills, Martina Arroyo, por citar algunos nombres relevantes de voces femeninas, asi como Luciano Pavarotti, Richard Tucker, Placido Domingo y Sherrill Milnes, todos bien conocidos en el Colón en inolvidables presencias .


Lo mismo en materia de directores y puestistas, y estrenos de operas de compositores norteamericanos, como el caso de David  Carlson, de California, cuando se le encargo allí su opera “Anna Karenina”, basada en la celebre novela de Tolstoi.


Tambien cabe subrayar que el progreso fue llevando a su monumental e importante sede actual, Fue cuando se inauguro , ya  de nuestro siglo XXI el Adrienne Arsht Center for the performing arts, proyectado por mi afamado compatriota y colega Cesar Pelli, nacido en la provincia de Tucumán, donde estudio arquitectura, y radicado enseguida en los Estados Unidos, donde hizo una gran carrera, de proyección internacional, con algunas obras que fueron iconos en el mundo (quiero recordar las Torres Petronas, en Kuala Lampur, Malasia, en su momento el mayor rascacielos del mundo.)


El talentoso colega al que conocí personalmente y mucho recuerdo, hizo para Miami un proyecto  monumental de cincuentamil metros cuadrados con dos salas (la de opera y ballet,  y la de conciertos, ambas con capacidad para mas de dos mil espectadores) enlazadas con instalaciones administrativas, un Studio Theater, salas de ensayo etc, abarcando dos predios históricos cerca del Bulevar Biscayne, que otrora pernecieran a la afamada tienda Sears y el diario “Miami Herald”. En suma, un proyecto relevante que dio mas impulso en Miami a la lirica , el ballet y los concieros también de orquestas invitadas.


Se inauguro a un costo cercano a los quinientos millones de dólares. Por eso estar presente nuevamente en sus actividades, una vez mas valorar su peresencia como testimonio de la  Florida Grand Opera , implica también un reconocimiento a la filantropía de la donante, la dama norteamericana que hizo la donación de una millonada de dólares. De ahí que su nombre perdura en el titulo del complejo, como lo revela la placa junto a la cual aparezco en este nuevo viaje.


Por supuesto que hemos hablado mucho de la pandemia y sus efectos en estas paginas. De ahí que también afectó estos últimos dos años a Miami como a todas las ciudades de los EE.UU. y redujo mucho su actividad. Porque la temporada pre pandémica, podía extenderse desde noviembre hasta abril fundamentalmente y ahora los protocolos exigen como se sabe una fuerte disminución.


Y como reflexión final de esta nota me cabe destacar el ambiente de su público, local y turístico sobre todo, multinacional, tan característico de esta ciudad, muy vacacional por cierto con  las aportaciones de espectáculos atractivos,  que se extienden también a los deportes y las diversiones, como los parques de los complejos Disney en Orlando, que han hecho de esta ciudad estadounidense un centro abarcativa de actividades múltiples.