Menu principal

 

En el Ciclo Mozarteum 2022

 

Un concierto de distinción

 

Teatro Colón

Lunes 17 de Octubre de 2022

 

Escribe: Andrés Hine

 

 

Deutsche Kammerphilharmonie Bremen

Director: Glenn Christensen

Piano: Jan Lisiecki

 

Programa:

Britten - Simple Symphony, Op. 4

Beethoven - Concierto para piano No. 3 en Do menor, Op 37

Mozart - Sinfonía no. 38 en Re mayor, K 504 "Praga"

 

Continuando con el siempre excelente ciclo de conciertos, el Mozarteum presentó en esta ocasión a la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen, acompañada por el joven pianista canadiense Jan Lisiecki. Es digno de notar que el solista que se había programado originalmente, el violinista Christian Tetzlaff, tuvo que cancelar su gira. Sin embargo, con Lisiecki, se pudo organizar un reemplazo de jerarquía.

 

La "Simple Symphony" fue compuesta entre 1933 y 1934 y está basada en varias obras más cortas que Britten había compuesto cuando era muy joven - entre las edades de nueve y doce años. Aunque el desarrollo temático es nuevo, partes de la partitura están tomadas directamente de sus composiciones de juventud. Está dedicada a su profesora de viola y fue estrenada en 1934, con Britten dirigiendo una orquesta de aficionados en Norwich. Consta de cuatro movimientos, cada uno exhibiendo diferentes temas juveniles.

 

Se cree que Beethoven compuso el Concierto No. 3 en 1800, pero no todos los musicólogos están de acuerdo con esta fecha. La primera función fue el 5 de abril de 1803 con el compositor al piano. Consta de tres movimientos - Allegro, Largo y Rondó - típicos de la época.

 

Aunque la popularidad de Mozart en Viena tuvo sus altibajos, siempre tuvo un grupo de admiradores en Praga. La primera ejecución de la obra fue en esa ciudad pero no se sabe a ciencia cierta si fue escrita para Praga aunque el abundante uso de instrumentos de viento podría indicar que ese era el caso. En Viena, para esa época, era común que las sinfonías tengan cuatro movimientos de la forma Allegro-Andante-Minuet-Presto, pero la sinfonía 38 carece del Minuet, algo que Mozart podría haber dejado de lado para satisfacer el gusto del público de Praga.

 

El director Glenn Christensen aprovechó al máximo todas las posibilidades de lucimiento que le brindaban las partituras, contando con una orquesta fértil, suntuosa y entregada, que se embelesó con su pasional romanticismo germano. La orquesta respondió al reto de la diversidad de las obras de manera admirable.

 

El pianista Jan Lisiecki demostró su alto grado de habilidad técnica, control total sobre el teclado y grandes variaciones de dinámica y sonoridad. Obtuvo de su instrumento un caudal asombroso. Pero fue quizás demasiado caudal en los fortes, que hubieran sido algo más apropiado para un concierto de Rachmaninoff. Cuesta imaginar que el mismo nivel sonoro se podría obtener de un piano de la época del compositor. Como agradecimiento a la aprobación del público, interpretó el Nocturno (No. 21) en Do menor de Federico Chopin.

 

Así mismo, al finalizar el concierto y fuera de programa, la orquesta interpretó el cuarto movimiento Adagio - Allegro molto e vivace, de la primer Sinfonía, en Do mayor Op. 21 de Beethoven.

 

Calificación: Excelente