Concierto de Javier Camarena para Mozarteum
Una noche para recordar
      Teatro Colón 
      Lunes 16 de Junio de 2025
Escribe: Graciela Morgenstern 
    Fotos: Liliana Morsia
Javier Camarena, tenor
    Ángel Rodriguez, piano
Programa
Giovanni Bononcini:
- “Vado  ben spesso cangiando loco” 
      Christoph  Gluck: 
- Orphée et Eurydice: “J’ai perdù mon Eurydice”  
      George F. Händel: 
- Serse: “Ombra mai  fu” 
      Gaetano Donizetti: 
- “Me  voglio fa na casa”
      - La Favorita:“Spirto gentil”
      Gioacchino Rossini: La danza
      Jules Massenet: 
- Werther: “Pourquoi me réveiller?” 
      Giuseppe Verdi: 
- I  Lombardi alla prima crociata: “La  mia letizia infondere”.  
      Francesco P. Tosti:
-  “Aprile” 
      - “Apri!” 
      - “Vorrei morire!” 
      - “Chitarrata abruzzese”
      José Serrano: 
- La  Dolorosa: “La roca fría del calvario”  
      Pablo Sorozábal: 
- La tabernera del puerto: “No puede ser”
Un óptimo concierto por el tenor Javier Camarena, dejó al público de Mozarteum más que satisfecho y entusiasmado. Su nombre está claramente asociado al repertorio belcantista y con la emisión de agudos y sobreagudos. En la actualidad, su registro medio se ha ido engrosando y está en un momento de transición entre el belcanto y las obras para el repertorio lírico, motivo por el cual el programa elegido fue ecléctico en cuanto a estilos.
Su voz es caudalosa, de registro amplio y parejo, bello esmalte, con agudos seguros que mantiene sin esfuerzo aparente. Exhibe técnica sólida, flexibilidad y buen manejo del fiato. Su legato es óptimo y canta con gran entrega y profundo sentimiento: cada palabra está vertida con intención, con una comunicatividad a la cual contribuye el excelente manejo de los matices.
La primera parte comenzó con “Vado ben spesso cangiando loco”, seguida de “J’ai perdù mon Eurydice”, en la que mantuvo un delicado equilibrio entre la calidez de su tono vocal y su inteligencia emocional y musical. En “Ombra mai fu”, el tenor hizo gala de un admirable control y dosificación del fiato. Y siguió con " Spirto gentil" , cantada con refinamiento, sutileza y elegancia en el fraseo.
Luego de una briosa interpretación de “La  danza”, de Rossini, vino una dramática y sentida rendición de “Pourquoi me réveiller?”, para  concluir la primera parte con el aria "La mia letizia infondere",  de "I lombardi alla prima crociata".
      
    Ya en la segunda, abordó cuatro canciones de Tosti, tal vez la parte más débil  del espectáculo desde el punto de vista interpretativo. Y luego vino la  zarzuela. “La roca fría del calvario”, de  “La Dolorosa” y una conmovedora versión de “No puede ser”, de “La Tabernera del Puerto”, para concluir. 
El pianista Ángel Rodriguez realizó una  excelente labor, que contribuyó a dar realce a las obras abordadas.
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      Al finalizar, el público los ovacionó con  alegría.
  
      Para coronar una gran noche, el tenor obsequió canciones mejicanas fuera de  programa y tres tangos. 
  
      No quedaron dudas de que Javier Camarena es uno de los más destacados tenores  de la actualidad y que su concierto será inolvidable.
  
  CALIFICACIÓN: SOBRESALIENTE




