Un concierto con fragmentos de la tetralogia Wagneriana muy satisfactorio
Wagner en el Colón
18 de Agosto de 2012
Teatro Colón
Escribe: Enrique Sirvén
Programa del Concierto Sinfónico-Vocal:
De El oro del Rin: Preludio y fragmentos orquestales de las escenas I, II y III, IV con el siguiente elenco: Wotan: Gerard Kim; Donner: Fabián Veloz; Froh/ Loge: Fernando Chalabe y Ondinas: Marisú Pavón, Florencia Fabris y Guadalupe Barrientos.
De La valkiria: La cabalgata de las valkirias (versión sinfónica). Despedida de Wotan y Brünnhilde con Linda Watson y Gerard Kim.
De Sigfrido: Susurros del bosque (sinfónico).
De El ocaso de los dioses: Viaje de Sigfrido por el Rin y Marcha Fúnebre (sinfónico). Escena de la inmolación de Brünnhilde por Linda Watson.
El Concierto denominado Wagner imperdible fue el viernes una muestra parcial del próximo Colón-Ring. Mucha expectativa había generado la presentación del director Julien Salemkour, la ocasión coincidió asimismo con el debut de la soprano Linda Watson y del barítono Gérard Kim. El programa compuesto por fragmentos del ciclo El anillo de los Nibelungos tuvo una duración generosa. Fue una interesante muestra de las posibilidades del maestro francés que por de pronto dirigió de memoria y más que eso evidenció en todo momento dominio de la inmensa obra, que será objeto de drásticos cortes, de ahí la controversia suscitada. Pero, si de cortes se habla, en la obra wagneriana siempre los hubo, aunque nunca hasta el punto de reducir la tetralogía a la mitad de su duración para darla en una sola jornada como será el caso a fines de noviembre. Sin embargo, la consideración de ello tendrá que esperar todavía, aquí se trató de la formulación de un programa de concierto necesariamente acotado a fragmentos.
De El oro del Rin se escuchó el preludio y los otros momentos elegidos dieron cabida a la presentación del coreano Gérard Kim como Wotan, el cual evidenció una voz atractiva y más liviana de lo esperable. En tanto que los momentos de Donner y Loge fueron muy breves como para evaluar a Fabián Veloz y Fernando Chalabe quienes cumplieron de acuerdo a sus apreciados antecedentes.
Por su parte, los fragmentos de La valkiria dieron lugar a Linda Watson como Brunilda. Es comprensible que ostente importantes antecedentes en su extensa carrera. Una soprano dramática de agradable timbre metálico con un vibrato que no llega a molestar en los agudos. La despedida de Wotan dió mayores posibilidades expresivas a Kim que hasta cierto punto las supo aprovechar, mientras que la soprano tuvo mayor ocasión de lucir sus cualidades en la gran escena de la inmolación de Brunilda. Asimismo, evidenciaron eficacia las ondinas de Marisú Pavón, Florencia Fabris y Guadalupe Barrientos.
Salemkour consiguió buen rendimiento de la Orquesta Estable del Teatro Colón en todas sus secciones, por de pronto de las cuerdas y las maderas en los Murmullos del bosque. De los bronces siempre tan exigidos. El joven maestro es capaz de obtener un sonido grande así como las transparencias que se esperan de aquel momento más "impresionista" de Sigfrido, al mismo tiempo que ostenta interesantes posibilidades expresivas. En casi todo momento la orquesta sonó muy bien, así lo entendió el púbico según manifestó con sus aplausos extensivos para los solistas.