La Orquesta Sinfónica Nacional en una vibrante interpretación de una singular sinfonía de Shostakovich
25 de Junio de 2013
Escribe: Enrique Sirvén
Un acierto de programación la inclusión de la Sinfonía Nº11 El año 1905, una obra sinfonía dentro del importante corpus sinfónico de Shostakovich. Quien ostentó siempre y no sólo en su obras para el teatro lírico, un notable sentido dramático, aquí al servicio de un episodio trágico, previo a la Revolución de octubre. La dirección de Pedro I. Calderón obtuvo una interpretación muy vigorosa como corresponde a los episodios que describe, con un alto rendimiento de la Sinfónica, muy exigida en todas las secciones, se lució particularmente la abundante percusión a cargo de seis ejecutantes, el solo de corno inglés y, destaco, la fila de las violas en un intenso pasaje que arrastra a las demás cuerdas, entre otros relevantes. El público lo entendió así, con una intensa ovación al maestro y orquesta. El único aspecto negativo que se viene repitiendo, la ausencia de un programa de mano, al punto que un sector del público al final estaba averiguando cuál fue el mismo, muchos seguramente, se retiraron, sin enterarse qué escucharon, al no ver el único y pequeño cartel en la entrada que anunciaba el programa, de la misma manera que no podemos mencionar a los instrumentistas que se destacaron en este concierto. El mismo comenzó con los romances de Guastavino agradables, tal vez, poco trascendentes también, fueron complementarios en cuanto al carácter.
La Sinfonía Nº 11 en sol menor, El año 1905, op. 103, fue estrenada en Moscú en 1957 para celebrar el cuarenta aniversario de la Revolución de Octubre, sin embargo, está dedicada a recordar, la primera abortada de 1905. Obtuvo el Premio Lenin.
Se trata de un poema sinfónico en cuatro movimientos, cada uno con un subtítulo: el primero, un adagio, La plaza del Palacio, donde se desarrolló la tragedia en 1905, el domingo sangriento en que una manifestación pacífica de obreros que iban a presentar sus protestas al Zar fue dispersada a tiros con la consecuencia de centenares de muertos. El segundo, Allegro, el 9 de enero. Describe la marcha de la manifestación y su represión. Los dos temas iniciales son tomados de coros de Chaikovskki. Es probablemente una de las páginas descriptivas de Shostakovich mejor logradas. El tercero, Allegro non troppo El toque de rebato. Encadenado al movimiento precedente, comienza con nuevo canto revolucionario Rabiad tiranos. La cólera es el motor aquí y aparece con nueva energía con el segundo canto La varsoviana. El cuarto es un Allegro. La duración total alrededor de una hora. (A partir de una reseña en Guía de la Música Sinfónica, Alianza Diccionarios, Madrid, 1995).