EL BALANCE DE LA TEMPORADA LÍRICA 2013
Escribe: Carlos Ure
¿Qué pasa con el Argentino? Sin duda uno de los factores de mayor relieve de la temporada que termina, el teatro Ar-gentino produjo en todo el año un solo título lírico ("El Holandés Errante", en Octubre). "La Traviata", en Agosto fue levantada luego del ensayo general. Si se piensa que la poderosa organización platense dispone de cuerpos estables (ballet, coro y orquesta) a los que se debe pagar el sueldo los doce meses del año, al igual que al personal administrativo y a los técnicos, se trata desde ya de una situación cuya prolongación indefinida en el tiempo configura una clara malversación de los caudales del erario provincial, con ineludible responsabilidad de las autoridades culturales del estado bonaerense. El caso es, por cierto, escandaloso.
Teatro Avenida
En lo que hace a la actividad privada, Juventus Lyrica, ya en su décimo quinta temporada continuó con su infatigable labor de promoción de la ópera y sus nuevos artistas y ofreció correctas representaciones de títulos bien conocidos ("La Flauta Mágica", "La Bohème" y "El Barbero de Sevilla", muy divertida, con puesta de Ana D'Anna). Por su lado, Buenos Aires Lírica, en su décimo aniversario y con sus abonos bien cubiertos, encaró "Così fan tutte", "Lucrezia Borgia" (composición de Donizetti de rara producción en nuestro medio), "Nabucco" y finalmente "Jenufa". Cantada en checo por el interesante tenor brasilero Eric Herrero, a cuyo lado se desempeña-ron con acusado rigor Adriana Mastrángelo, Virginia Correa Dupuy y Daniela Tabernig, la pieza de Janácek tuvo un marco teatral de primer orden, concebido por el joven "regisseur" carioca André Heller-Lopes.
Siempre en el Avenida, convertido ya a esta altura en una sala lírica de buen nombre internacional, Fundamús brindó en Agosto una impecable versión de "Aída", con Ronaldo Rosa De Scalzo, Eduardo Casullo, Haydée Dabusti y los brasileños Douglas Hahn y Edineia Oliveira.
Con precisa conducción de Dante Ranieri, el Ensamble Lírico Orquestal dio a su vez en Junio "Un Giorno di Regno", título cómico del primer período verdiano, en el Auditorio de Belgrano, donde también con Dabusti, se ejecutó en Octubre "La Forza del Destino". En"Rigoletto", en el Roma (Julio), se lucieron dos remarcables intérpretes: Laura Rizzo y Enrique Gibert.
Estrenos en el Colón
En cuanto a nuestro máximo coliseo, cabe apuntar que la "stagione" estuvo integrada por varios estrenos: "Aleko" y "Francesca da Rimini", interesantes creaciones de Rachmaninov, "Bebe Dom", de Mario Perusso, un trabajo carente de argumento teatral, y "Prometeo, tragedia de-ll'ascolto", de Luigi Nono, con sus atrayentes indagaciones en la física y la espacialidad del sonido.
Las funciones de "Carmen" y "Las Bodas de Fígaro" fueron francamente olvidables; en "Otello", en cambio, con participación de la valiosa soprano Carmen Giannattasio, José Cura, algo disminuido vocalmente, plasmó una cuidada "mise-en-scène". Con puesta de diseños muy originales y creativos, realizada por Andreas Homoki, la reposición de "La Mujer sin Sombra", comportó, como es habitual, un hito en nuestro año musical debido a las enormes dificultades que plantea la magna ópera de Richard Strauss, y ya en el final, con nerviosa conducción de Ira Levin, "Un Ballo in Maschera" alternó entre la intrascendencia vocal y la escénica.
En otro ámbito oficial, el Centro Nacional de la Música desarrolló a su vez el Tercer Ciclo Iberoamericano de Ópera Contemporánea, que incluyó el estreno de "La Guerras Picrocholinas", de Antonio Tauriello.
Teatros del interior
En Rosario, el teatro Fundación Astengo ofreció "Il Trovatore" (Agosto), con Dabusti, Leonardo López Linares y Juan Carlos Vasallo, y "El Círculo" prosiguió con la sostenida labor reiniciada hace ya varios años, y en esta ocasión presentó "Rigoletto" (Octubre).
Salvo el Colón, que no reparó en gastos, los presupuestos oficiales destinados al arte lírico no fueron por cierto significativos, lo que motivó obviamente una retracción de las propuestas en las diferentes provincias. De todos modos, bien puede decirse que en nuestra metrópolis, la oferta fue decididamente variada, continua e importante, lo que contribuyó a consolidar a "la reina del Plata" como uno de los focos culturales de trascendente potencia a nivel continental.
Carlos Ernesto Ure