En el Colón con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera
Mitsuko Uchida y Mariss Jansons
Teatro Colón
Miércoles 7 de Mayo de 2014
Escribe: Diego Montero
Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera
Director: Mariss Jansons
Solista: Mitsuko Uchida, piano
PROGRAMA DEL PRIMER CICLO:
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
- Concierto para piano y orquesta n° 4 en Sol mayor, Op. 58
Johannes Brahms (1833-1897)
- Sinfonía n° 2 en Re mayor, Op. 73
Nuestra opinión: Muy Bueno.
La expectativa por escuchar en vivo a la pianista Mitsuko Uchida fue inmensa y causó gran ansiedad. Es poseedora de un reconocimiento y prestigio internacional apabullante, mérito de un sinnúmero de presentaciones hechas en las más célebres salas del mundo y de grabaciones para una importante empresa discográfica.
Sin embargo todas esas expectativas se esfumaron al valorar su interpretación del cuarto concierto para piano de Ludwig van Beethoven. Uchida, dueña de una técnica precisa, delicada y refinada, y de una mecánica infalible y cristalina, careció del peso y temperamento necesario para abordar la personalidad de Beethoven. Muy lejos de las grandes versiones históricas, como la de Claudio Arrau por citar solo un ejemplo para quienes tengan interés en comparaciones. Luego de la ejecución de dicho concierto, Uchida, fuera de programa, interpretó el último movimiento (rondo) de la sonata N° 16 K 545 de Mozart que se ajustó maravillosamente a las condiciones tiernas y sutiles de la pianista.
Una verdadera satisfacción fue escuchar a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera dirigida por Mariss Jansons. La precisión y justeza de todos sus integrantes; la inmensa variedad de matices en los sonidos, desde imperceptibles, hasta poderosos y robustos pero siempre amables y sin estridencias; y la seriedad y buen gusto de sus músicos justifican los quilates obtenidos por una institución encomiable. ¡Una verdadera muestra de belleza sonora!! Con semejante “instrumento” Mariss Jansons pudo transitar sin dificultades la obra de Beethoven.
En la segunda parte del concierto, la orquesta alemana ejecutó la segunda sinfonía de Brahms en un oportuno festejo por su aniversario. A las ya citadas características técnicas de la orquesta se sumó la musicalidad y calidez de un director inteligente. Sin embargo su visión nos pareció más centrada en la búsqueda de sonoridades hermosas que en la profundidad del discurso musical.
Fuera de programa, se incluyeron, la exquisita serenata del cuarteto para cuerdas Op. 3 N° 5 que permitió apreciar el estupendo rango dinámico y dulzura en las intensidades del sonido de la orquesta, y como remate finalmente el cuarto movimiento del Concierto Rumano de György Ligeti en un alarde de virtuosismo y precisión.
Diego Montero