Una muestra de estupendos bocetos y figurines de la dupla Oswald-Lapiz
LA MIRADA PAR
Muestra de bocetos y figurines de Roberto Oswald y Aníbal Lápiz
Salón Vertical del Centro Cultural San Martín- Paraná y Sarmiento
Curador: Oscar Viaño
Lunes a Domingo de 14 a 21 hs
Escribe: Graciela Morgenstern
Dos creadores, un mismo enfoque: la mirada par. En el Salón Vertical del Centro Cultural del Teatro San Martín (entrada sobre Paraná casi Sarmiento), de lunes a domingo de 14 a 21 hs, se exponen una muestra de magníficos bocetos y figurines de Roberto Oswald y Aníbal Lápiz, respectivamente.
Casi cincuenta obras dan muestra cabal de lo que ha podido generar esta dupla maravillosa sobre la escena. En 1972 comenzaron a trabajar en conjunto. Ambos recibieron múltiples distinciones por sus trabajos en nuestro país y en el exterior, donde hicieron muchas realizaciones de gran trascendencia. La Asociación de Críticos Musicales de la Argentina los ha distinguido en varias ocasiones, así como también la Asociación Verdiana y la Fundación Konex, entre otros.
La pregunta sigue siendo, en qué se diferencian las puestas de Oswald – Lápiz del resto? Cómo logran esa magia tan especial?
En primer lugar y sin duda alguna, en un estricto respeto por el compositor y el libretista, un estudio cuidadoso y un conocimiento musical, estilista y técnico que no se encuentra en muchos de los responsables de las producciones escénicas de la actualidad. Además, en ellas se puede ver una realización minuciosa de cada uno de los elementos utilizados. A eso se le debe sumar el buen gusto y un exquisito refinamiento. Y por detrás de lo etéreo o descarnado, según fueren las exigencias de la obra, se ve una disciplina férrea, alto grado de profesionalismo y dedicación y una severa exigencia, especialmente hacia si mismos. Estos elementos sumados a una inventiva superior, son los que permiten que las puestas sean creativas, sin necesidad de recurrir a efectos que distorsionen su esencia. El resultado siempre fue la excelencia y un público que los sigue y que ante producciones de dudosa jerarquía, los añora recordando “aquella puesta de Oswald y Lápiz” que vieron alguna vez.
Egresado del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, Aníbal Lápiz se perfeccionó en Londres. Durante su extensa y prestigiosa carrera, fue vestuarista no sólo en la Argentina sino también en Alemania, Canadá, Venezuela, Chile, Brasil, España, Uruguay, Irlanda y Estados Unidos. Además de las mencionadas anteriormente, ha recibido muchas distinciones por su excelente labor. En 1989, sus diseños para Salomé fueron elegidos como el mejor vestuario del año en los Estados Unidos.
Un recorrido por el Salón Vertical, permite observar los figurines por él ideados para Parsifal, Tosca, Salomé, Lucia di Lamermoor y el ballet La Cenicienta, entre otros. Algunos fueron utilizados en nuestro país, otros en Chile o Irlanda. El de Falstaff arranca una sonrisa, con esa gran profusión de moños, acorde a la personalidad del protagonista. Todo está plasmado en los dibujos, hasta el mínimo detalle, lo que da la idea de la trascendencia de los mismos. Allí se conjugan colores, texturas y estilos, acordes no sólo a épocas, también a caracterización. Lo que allí aparece es mucho más que un ropaje, es el personaje en sí mismo.
En el piso superior, se pueden ver los bocetos que Roberto Oswald creó para las óperas La Mujer sin Sombra, Tristán e Isolda, Electra, Abraxas, Marouf, Lohengrin, Aída, Norma y Tosca, entre otras; obras estas, que fueron representadas en el Teatro Colón y el Teatro Argentino, en diferentes temporadas. La factura de los bocetos del inolvidable maestro Oswald es tan detallista que si se mira detenidamente, por ejemplo, el que corresponde al Acto I de Tosca, puede imaginarse uno mismo en la Iglesia Sant’ Andrea della Valle.
La creatividad de ambos puede verse todavía hoy en la puesta en escena del ballet El Corsario, en cartel en el Teatro Colón, la única puesta argentina que fue utilizada en el Metropolitan neoyorquino. El talentoso Christian Prego, colaborador de Oswald en trabajos anteriores, está a cargo de la escenografía. Viendo esta producción escénica, cuyos diseños están en exhibición eln el San Martín, se puede ver claramente cómo dos genialidades confluyen y se funden en el escenario para crear maravillas. Es la mirada par. Para no perdersela.
