Concierto de la OFBA dedicado a Beethoven y Richard Strauss
Teatro Colón
Jeves 26 de Junio de 2014
Escribe: Néstor Echevarría
Concierto de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
“Don Quijote”,Op.35 de Richard Strauss
“Sinfonia Nº 6 en Fa Mayor, op. 68, “Pastoral”, de Ludwig van Beethoven.
Director:Enrique Arturo Diemecke.
Solista: Antonio Meneses (violonchelo).
En su noveno concierto del ciclo de abono, la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires presentó una sesión relacionada con el sinfonismo aplicado a la narrativa poemática en la producción de dos grandes talentos de la música, generando una velada de interesantes y logrados perfiles.
Porque el genio de Beethoven crea en su Sexta Sinfonía, “Pastoral” estrenada en 1808 en el histórico teatro “An der Wien”, un poema de la naturaleza, realizando una admirable descripción que documentó en su partitura al calificarla como “Sinfonía Pastoral o recuerdos de la vida en la naturaleza”, dotándola de evocaciones de admirable belleza.
Por su parte, Richard Strauss (de quien se cumple este año el sesquicentenario de su nacimiento en Munich) se inspira en su poema sinfónico “Don Quijote”, estrenado en Colonia en 1898, en la emblemática obra literaria de Miguel de Cervantes Saavedra, calificándolo de “variaciones fantásticas de un tema caballeresco”.,Expuesta en una introducción ,diez variaciones y un “finale” ,asigna al violonchelo solista la representación del “caballero de la triste figura”,en tanto su escudero Sancho Panza está caracterizado por la tuba tenor y el clarinete bajo, mientras el violín representa a Dulcinea.
Ambas obras fueron abordadas en este concierto de la OFBA con sumo esmero y dignidad .En el caso de la sinfonía beethoveniana, que cerró la velada, hubo un prolijo manejo del director mexicano Enrique Arturo Diemecke, mostrando su conocida empatía con el organismo., quien entregó una traducción bien ensamblada y tensa, con rangos dinámicos precisos y con eficaz respuesta de las secciones instrumentales.
En el “Don Quijote” straussiano hubo un lenguaje expositivo de apropiadas acentuaciones y timbres, donde el violonchelo solista corrió por cuenta del prestigioso ejecutante brasileño –nacido en Recife,en una familia de músicos- Antonio Meneses. Su excelente “toucher” en un moderno “cello” del sello Sturzenhofecker conjugó el dialogo con la orquesta con entero ajuste, tonalidades armoniosas y de impecable afinación.