Vivaldi y Mendelssohn en el Auditorio de Belgrano
Un concierto de alto vuelo
Auditorio de Belgrano
29 de junio, 2014
Escribe: Graciela Morgenstern
Festival Vivaldi Mendelssohn
Obras:
Ostro Picta, Armata Spina, RV642 (Introduzione al Gloria) y Gloria, RV 589, de Antonio Vivaldi
Obertura las Hébridas, Op. 26 y Primera Noche de Walpurgis, Op 60, de Félix Mendelssohn
Elenco:
-Ana Laura Menéndez
- Damián Ramírez
- Cecilia Layseca
- Laura Cáceres
- Duilio Smiriglia
- Enrique Gibert Mella
Coral Ensamble. Director: Gustavo Codina
Orquesta Ensamble Lírico. Dirección Musical: José María Sciutto
Bajo el nombre Festival Vivaldi Mendelssohn, el Ensamble Lírico Orquestal ofreció en el Auditorio de Belgrano, un concierto que adquirió elevado vuelo artístico. El programa se inició con Ostro Picta, Armata Spina, RV642 (Introduzione al Gloria), motete que consta de dos arias para soprano, cuerdas y continuo, enlazadas entre sí por un recitativo. Con el objetivo de exaltar la gloria de la Virgen María, se trata de una composición florida, de tonos leves y la presencia de una única línea vocal, que hace resaltar el brillante ataque coral del “Gloria in excelsis Deo” que inicia el Gloria, RV 589, de una manera brillante y monumental. En esta composición se alternan fuerza y gracia al mismo tiempo y se impone la variedad melódica.
Los solistas se lucieron, mostrando fidelidad al estilo de la partitura. La soprano Ana Laura Menéndez realizó una muy buena actuación a lo largo de toda esta primera parte, con voz cristalina y adecuado caudal y agilidad. Lo mismo corresponde decir del contratenor Damián Ramírez, con sonoridad lozana y rotundez vocal y de la soprano Cecilia Layseca, quien aportó canto fresco y delicado a su parte.
En la segunda parte, se escucharon obras de Félix Mendelssohn. Comenzó con la Obertura las Hébridas, Op. 26, con una interpretación que exhibió precisión orquestal y se ajustó al temperamento de la obra, más allá de alguna aislada estridencia de los bronces.
Para concluir, Primera Noche de Walpurgis, Op 60, una de las grandes composiciones románticas. Una vez más, se lució el elenco de solistas. La mezzosoprano Laura Cáceres mostró graves potentes y un registro parejo, mientras que el tenor Duilio Smiriglia brindó cálido color vocal y esmerada técnica. El barítono Enrique Gibert Mella se desempeñó con su acostumbrada eficacia, dando muestras de gran versatilidad, en un repertorio que no es el que aborda habitualmente.
Párrafo aparte merece el Coral Ensamble que, bajo la dirección de Gustavo Codina, realizó una excelente actuación, en obras en las que su participación es fundamental. El organismo cantó con sonoridades bien cuidadas y equilibrio acústico, exhibiendo una acabada preparación que se tradujo en su óptimo rendimiento. De la misma manera, la participación de la Orquesta del Ensamble Lírico, respondiendo a la batuta de José María Sciutto, ha sido muy destacada. El público entusiasmado respondió con aplausos muy calurosos, premiando así un espectáculo que fue de alta jerarquía.