Concierto de la Filarmónica de Buenos Aires en el Colón
Compositores Latinoamericanos
Jueves 4 de septiembre de 2014
Teatro Colón
Escribe: Néstor Echevarría
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Concierto dedicado a compositores latinoamericanos, con obras de Astor Piazzolla,Carlos Chávez y Silvestre Revueltas.
Dirección Enrique Arturo Diemecke
Solista: Pablo Diemecke, violín
El decimocuarto concierto de abono de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Colón., comenzó con una breve ceremonia en el propio escenario , en la cual el director titular de la OFBA, el maestro mexicano Enrique Arturo Diemecke, fue galardonado por la Legislatura Porteña como personalidad destacada de la cultura.
Y el hecho coincidía doblemente por preparar esta vez un programa donde su nacionalidad tomaba fuerte peso, ya que lo integró con dos obras de orquestales de interés y representatividad de la música del país azteca.
Sin duda, la mas impactante fue “La noche de los mayas”, del compositor mexicano Silvestre Revueltas, oriundo de Durango, que vivió entre 1899 y 1940 y que surge de la música compuesta en los últimos años de su vida como banda sonora para un filme de su compatriota Chano Ureta. Con posterioridad fue compilada y asimilada para conciertos.
Con algo mas de media hora de duración, sobre una estructuración de cuatro secciones, presenta un cometido bien instrumentado, de tautológico ritmo “ostinato”, donde la percusión adquiere un valor de innegable efecto y donde los sesgos indigenistas dibujan una partitura rica en timbres y acentos. Diemecke y sus subordinados lograron plasmar una versión prolija, de contagioso fuego, tensa y correctamente armada.
También, en otra expresión del sinfonismo mexicano, pero en una partitura con violín solista, el compositor nacido en la capital azteca Carlos Chávez (1899-1978) fundador de la Sinfónica de México, fue otro representante de esa visión nacionalista que propugnaban los años de la primera mitad del siglo pasado.
Sus treinta y cinco minutos de duración transitan por pentagramas de apropiadas acentuaciones, destacando una extensa “cadenza” para el violín solista. Aquí, el hermano del director orquestal, también nacido en Xalapa, capital del estado de Veracruz, Pablo Diemecke, mostró su competencia violinística con una interpretación atildada y precisa, producto de un manejo del arco flexible y efectivo.
El concierto había comenzado con una pieza de Astor Piazzolla, “Tangazo”, de algo mas de diez minutos de extensión , que trasmite con el soporte orquestal y con su personal sesgo característico una alusión a
la música ciudadana por excelencia, pero prescindiendo del bandoneón, en un trabajo de finales de los sesenta. Aunque menos enfática y trascendente que sus compañeras de programa, resultó una versión correcta como expresión latinoamericanista de sinfonismo.
Néstor Echevarría