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Cierre de temporada del Ensamble Lírico Orquesta

 

Muy buena versión del Requiem de Verdi.

 

Auditorio de Belgrano
Domingo 26 de octubre de 2014


Escribe: Andrés Hine

 

 

Misa de Requiem, de Giuseppe Verdi.
Elenco: Sonia Schiller (soprano), Laura Cáceres (mezzosoprano), Leonardo Pastore (tenor),  Lucas Debevec (bajo)
Coral Ensamble – Director: Gustavo Codina
Orquesta del Ensamble Lírico Orquestal
Director de orquesta: Dante Ranieri

 

La triste noticia del fallecimiento de Alessandro Manzoni, personaje político y literario,  sorprendió a Verdi en su solitaria villa de S. Agata y fue tal el dolor que por unos días permaneció mudo y sombrío Su corazón le sugirió entonces una idea genrosa: una composición sagrada que recordara dignamente a la posteridad al gran artista. Al cumplirse el aniversario de la muerte de Manzoni, la Misa de Requiem fue ejecutada en la iglesia de San Marcos, Milán, el 22 de mayo de 1874, bajo la dirección del mismo Verdi.

 

Verdi permanece aquí como el músico melodramático por excelencia; el compositor que, sin olvidar la seriedad que requiere una obra de tal naturaleza y apartándose lo menos posible de la religiosidad del tema, lo trata, no con el misticismo de una simple narración, sino como una obra de acción en la cual las pasiones y los sentimientos se expresan con sus más profundos acentos. En realidad, los dos sentimientos que sobresalen en el Requiem son el miedo a la muerte y la suprema esperanza de la gracia futura.

 

Los mismos se manifiestan en una forma diferente de la que se ha valido la Iglesia en su música del pasado. No son ya las voces de una humanidad que se siente infinitamente pequeña frente a la fuerza exterior que la domina, y que se anula frente a la potencia de la Divinidad, sino las que corresponden al concepto de que la criatura, en si misma, es una parte del lodo que lleva a Dios.

 

En esta oportunidad, el Ensamble Lírico Orquesta cerró su temporada 2014 con una obra de gran dignidad artística, en la que el Coral Ensamble realizó una esmerada actuación, bajo la dirección de Gustavo Codina. Fue el gran protagonista, rindiendo con sonoridades impactantes y ataques seguros, otorgando todo el realce y la importancia que Verdi le otorgó en esta magnífica composición, especialmente en el Dies trae, con su fuerza irresistible y en la doble fuga del Sanctus.

 

En cuanto a los solistas, Sonia Schiller exhibió buenos medios vocales. Su voz lozana en toda su extensión, corrió bien. Alguna dificultad en el ataque de notas agudas piano no empaña su actuación muy eficaz. En tanto, Laura Cáceres demostró singulares cualidades en el fraseo e hizo gala de fluidez para vertir la esencia de la obra, expresada con significativos acentos. Pero la parte para mezzosoprano está basada en un registro grave que debe contar con peso vocal, al igual que el central, ya que no hay notas agudas de gran compromiso. Si bien los graves de la mezzosoprano tuvieron la cualidad requerida,  la emisión adoleció de engolatura en este registro. Por otra parte, más allá de un comienzo de afinación insegura, el tenor Leonardo Pastore desplegó cálido color vocal, musicalidad y delicada línea de legato. Se lució en Ingemisco tamquan reus y la melancólica frase Hostias et preces fue emitida con singular belleza. Monumental labor la del bajo Lucas Debevec. Hizo uso efectivo de su voz de bajo cantante, de timbre homogéneo y se destacó en todo momento. Su Confutatis maledictis manifiesta el temperamento dramático del compositor.

En una labor muy esmerada y de gran hondura, Dante Ranieri extrajo brillo y calidez de la Orquesta Ensamble Lírico. Dirigió con nervio y fuerte personalidad, otorgando el justo temperamento dramático que sin embargo, nunca fue en desmedro de Ias partes de mayor lirismo.

 

La visión de la divinidad que juzga las almas  en el día de la resurrección y el pavor de éstas frente a la ira sagrada del Redentor, al cual suplican que las salve de la muerte eterna, ha inspirado a Verdi para componer una de las paginas más sentidas que nunca escribiera Dijo Brahms respecto del Réquiem, “ sólo un genio pudo crear esta obra”. No se equivocaba. Aplausos para el Ensamble Lírico Orquestal y todos los artistas participantes de esta temporada que ha exhibido un elevado nivel artístico.

 

 

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