La Temporada Lìrica Oficial se inicia con “Werther”
Un comienzo desparejo
Teatro Colón
Domingo 19 de abril de 2015
Escribe: Andrés Hine
Werther, de Jules Massenet
Libreto: Edouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann, inspirado en ”Las penas del joven Werther”, de Johann Wolfgang Goethe.
Elenco: Mickael Spadaccini , Anna Caterina Antonacci, Jacquelina Livieri, Hernán Iturralde, Alexander Vassiliev, Fernando Grassi, Santiago Burgi, Norberto Marcos, Cecilia Pastawski y otros.
Coro de Niños del Teatro Colón. Director: César Bustamante
Dirección de escena, Iluminación, escenografía, vestuario y régie: Hugo De Ana.
Orquesta Estable del Teatro Colón. Director: Ira Levin
El Teatro Colón inició su Temporada Lírica Oficial, con una versión despareja de Werther, la ópera basada en la novela epistolar “Las penas del joven Werther”, de Johann Wolfgang Goethe. La atmósfera netamente romántica de la obra, es subrayada por el dramatismo de la íntima partitura de Massenet, uno de los más nítidos ejemplos de cómo se puede mantener la atención del público en forma constante aun sin contar con una acción teatral pulsante. La esencia interior de los personajes y conflictos íntimos, así como las situaciones que conducen al conmovedor desenlace, conforman una cadena acumulativa de teatralidad y de tensión emocional, sin que sea necesario recurrir a la acción y a la violencia. Massenet triunfó en el arte de delinear, musicalmente. la evolución psicológica de sus personajes, los impulsos y las vallas morales que los separan y en introducir algunos pasajes o toques de color que alivian la tensión.
Liderando el elenco, el joven tenor Mickael Spadaccini en el rol protagónico, desplegó un canto seguro pero de emisión despareja y fraseo poco elegante, con mayor facilidad hacia los agudos que para los pianissimi. Actuó con entrega y convicción pero eso no fue suficiente para encarar los requerimientos del atribulado personaje. Deberá revisar su técnica para adaptarse al estilo de Massenet, que requiere un perfecto dominio de la voz al mejor estilo de Georges Thill, Nicolai Gedda, Alfredo Kraus y si nos queremos referir a cantantes más recientes, Jonas Kaufmann o Juán Diego Flores.
Anna Caterina Antonacci tuvo a su cargo el rol de Charlotte, una parte genuinamente coprotagónica. Su interpretación dramática estuvo a la altura de las circunstancias. Desde el punto de vista vocal, muchos recuerdan a la maravillosa soprano de “Ermione” y “L’Incoronazione di Poppea” Si bien su Iínea de canto y fraseo siguen siendo inobjetables, su color vocal está deslucido y con evidencia de desgaste. También, se notó esfuerzo para sostener las notas graves de la partitura. Su Aria de las cartas fue tímidamente aplaudida, aunque recibió calurosos aplausos al finalizar la función.
La voz cristalina de Jaquelina Livieri, su simpatía y desenvoltura juvenil, lograron que el animado personaje de Sophie resultara verosímil. A nadie sorprendiró la buena actuación de Hernàn Iturralde porque viene cumpliendo una buena labor en cada una de sus presentaciones. Tanto el resto del elenco como el Coro de Niños del Teatro Colón realizaron buenas actuaciones.
La producción escénica, íntegramente a cargo de Hugo de Ana, no sobresalió especialmente, se desarrolló en un marco de corrección, con algunos puntos
objetables. Werther es un personaje de dolor introspectivo y no de revolcones en piso, por ejemplo. Además, en una obra de ambiente intimista, no queda claro dónde se produce el suicidio del poeta.
Buena labor la de la Orquesta Estable bajo la batuta de Ira Levin, quien dio fuerza dramática de la partitura, aunque podría haber resaltado también, las sutilezas que la misma entraña.
Un comienzo de temporada con altibajos y un público que queda a la espera de espectáculos mejores por venir.
Andrés Hine