La Filarmónica de Buenos Aires con sesgo global
Teatro Colón
Jueves 4 de Junio de 2015
Escribe: Néstor Echevarría
Concierto de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires
Programa:
- Suite “Lovers Besieged “ ( Amantes acorralados) de Ge Gan-Ru,
- Concierto para orquesta de cuerdas y pipa, de Tan Dun
- Sinfonía Nº 5 en Mi menor, op.64, de Piotr Ilich Tchaikovski.
Director: Enrique Arturo Diemecke.
Solista: Gao Hong.
Un programa de características atípicas presentó la orquesta Filarmónica de Buenos Aires dirigida por su titular, el maestro mexicano Enrique Arturo Diemecke, en su cuarto concierto de abono en el Colón. Porque el mismo tuvo dos estrenos, uno de carácter sudamericano y el otro latinoamericano como anunció el director, de obras de compositores chinos, lo cual habla también de globalidad en el campo del repertorio de nuestros días.
La suite “Lovers Besieged” (Amantes acorralados) del compositor Ge Gan-Ru, nacido en Shangai hace sesenta años y su intención de combinar las técnicas contemporáneas occidentales con la experiencia y tradición china se vislumbra en esta obra creada hace un lustro, de algo mas de veinte minutos de extensión, y que tiene su base en una antigua leyenda de su país relacionada con la tradición histórica del país asiático.
Una ejecución enjundiosa del director y su orquesta pudo mostrar fielmente esos motivos compositivos ,de una rítmica a veces reiterada pero efectiva en el tratamiento timbrico del organismo.orquestal.
Enseguida llegó otra expresión del gigante de Oriente,, con el compositor nacido en Simao, Tan Dun. Se trata del Concierto para orquesta de cuerdas y pipa, consistente este instrumento en una suerte de laúd chino, con cuatro cuerdas de tripa sobre una caja de resonancia con forma de pera. Una curiosidad sin duda, la de esta obra que se escuchó también en primera audición, del mencionado músico que se radicó en Nueva York empleando también sesgos innovativos junto a otros tradicionales y que ha sido muy solicitado con obras propias.
En la interpretación solista, debutó en nuestro medio Gao Hong, una intérprete especializada en este instrumento, que en relación con la orquesta y en los veinte minutos que dura la obra demostró su diestro manejo y configuró junto al organismo orquestal una interpretación interesante y a la vez lucida.
Pasada esta primera parte curiosa y a la vez novedosa como quedó expresado, la segunda fracción del concierto volvió al repertorio tradicional con la ejecución del la Quinta Sinfonía en Mi menor, op.64 de Piotr Ilich Tchaikovski.
La misma fue objeto de una noble exposición, enfática a veces y en otros pasajes, con efectos apasionados y melancólicos, como pudo verificarse en el admirable “Andante cantabile”., cadencioso y melódico por excelencia, donde surge con perfiles propios el tema de la Providencia que tanto caracteriza a esta sinfonía del afamado compositor ruso en sus cuatro movimientos.