Noble y atractiva versión de “Las bodas de Fígaro”
Teatro Avenida
Viernes 10 de Julio de 2015
Escribe: Néstor Echevarría
“Las bodas de Fígaro”, ópera en cuatro actos.
Libreto: Lorenzo da Ponte
Musica: Wolfgang Amadeus Mozart.
Dirección musical: Hernán Schvartzman.
Dirección escénica y vestuario: María Jaunarena
Escenografia: Gonzalo Córdova.
Cantantes: Juan Salvador Trupia y Rodríguez, Oriana Favaro,,Fernando Grassi, Maria Goso y otros.
Coro de Juventus Lyrica (preparador Hernán Sánchez Arteaga) y orquesta.
La magistral combinación entre el genio de Salzburgo, Wolfgang Amadeus Mozart y el talentoso libretista Lorenzo da Ponte, eclosionó en una trilogía de las mas brillantes de la historia de la ópera. El comienzo de esa raíz es “Las bodas de Fígaro” (“Le nozze di Figaro”), estrenada en el Burgtheater de Viena en 1876 y basada en la exitosa comedia “Le folle yournée, ou Le mariage de Figaro” del francés Beaumarchais.que data de cinco años antes.
En esta ocasión, la asociación Juventus Lyrica, que esta transitando sus diecisiete años de existencia en el Teatro Avenida y que ya la había puesto en cartel hace siete años con favorable critica en nuestras páginas, vuelve a presentarla en una nueva versión musicalmente historicista y con evidente amalgama musical y escénica.
Esto, por la aleación de Hernán Schvartzman y María Jaunarena, en una comunión de ideas y objetivos, entre los que prima entregar al público una versión como tendría en el origen , con material de instrumentos y sonido orquestal y una puesta en escena trabajada con naturalidad y nobleza de acentos conforme el contexto.
Los objetivos tuvieron su logro y todos los participantes cooperaron para ello .En el palco escénico hubo sólida preparación y afiatamiento, y en escenas como el segundo acto ( con toda la trama y sus detalles ) quedó en claro el estudio sicológico asumido por la puestista siguiendo el libreto de Da Ponte y la admirable captación mozartiana.
También interesante la forma de trasladar a la orquesta (de algo mas de treinta instrumentistas) en el final del tercer acto donde trascurre la escena de la boda entre Figaro y Susana, al propio escenario, en tanto le cupo un loable desempeño al coro de la entidad con la preparación de Hernán Sánchez Arteaga, con su veintena de integrantes .
Del punto de vista de los cantantes protagonistas, el desempeño, desenvoltura y aptitudes vocales del bajo/baritono español, oriundo de Oviedo y formado en nuestro medio , Juan Salvador Trupia y Rodríguez, presentando al personaje titular con suma eficacia, lo mismo que la faena de Fernando Grassi como el Conde de Almaviva. que cantó su aria del tercer acto “Vedró, mentr’io sospiro” con comunicación y sólidos recursos vocales.
Por el lado de las damas, Oriana Favaro (la Condesa) estuvo lucida y musical en sus arias (“ Dove sono” por ejemplo) con cuidada emisión, en tanto la joven soprano Maria Goso (Susana) entregó empeño y corrección a un personaje vital para la opera mozartiana, que podrá ir puliendo todavía.
La mezzosoprano Cecilia Pastawski (Cherubino) fue desenvuelta y eficaz aunque la celebrada aria del paje “Voi che sapete” pareció aún mejorable.. Muy adecuados en sus papeles María Cecilia Pérez San Martín, Walter Schwartz, Norberto Lara y Julieta Fernández Alfaro, en una versión que tuvo la siempre deseable razón de la coherencia entre orquesta, solistas y demás intervinientes para ofrecer un Mozart representativo, que en toda función de tamaña longitud requiere innegable preparación.
En su sencillez, la escenografia de Gonzalo Córdoba y su iluminación respondieron también al correcto manejo de los espacios con pocos elementos corpóreos ,lo mismo que el prolijo vestuario de María Jaunarena sumó otro elemento de coherencia a la totalidad de esta nueva propuesta para una obra perenne.
Néstor Echevarría