“Otello” de Verdi, en el Teatro Argentino de La Plata
Teatro Argentino de La Plata
Jueves 6 de Agosto de 2015
Escribe: Néstor Echevaría
“Otello”, òpera en cuatro actos Libreto: Arrigo Boito Música: Giuseppe Verdi . Director de orquesta: Carlos Vieu Director escénico: Pablo Maritano. Escenografia : Enrique Bordolini. Vestuario: Sofia Di Nunzio. Cantantes: José Azocar, Paula Almerares y Fabián Veloz, entre otros.Coro Estable del Teatro Argentino, (Hernán Sanchez Arteaga) Corio de Niños (Monica Dagorret) y Orquesta Estable.
A ciento veinticinco años de la inauguración del edificio original con “Otello” de Giuseppe Verdi, el Teatro Argentino de La Plata repuso el admirable título que el genial músico parmersano estrenó en su ancianidad en el Teatro alla Scala de Milán en 1887, con la colaboración libretistica del poeta Arrigo Boito, basándose en el inmortal drama de William Shakespeare.
Sin duda aquella colaboración y asociación mutua entre compositor y libretista propició una de las vertientes creativas mas admirables de la historia de la ópera.,culminando el virtuoso final de la carrera del maestro y la recurrencia en esta oportunidad por parte del teatro platense a la producción realizada por el Teatro Municipal de Santiago de Chile puede considerase realmente acertada.
El buen manejo teatral del “régisseur” Pablo Maritano sobre una escenografía sintetizada y evocativa del modelo tipológico del teatro shakespeariano, de Enrique Bordolini, que segmentó la estructura abalconada en bloques deslizables armando los respectivas escenas, con alguna tendencia y matices oscuros y sombríos -la iluminación estuvo también a su cargo- epilogando en la escena final con contraluces sugerentes . Por su parte, el vestuario de Sofía Di Nunzio se ajusta correctamente a la temática.
La dirección musical de Carlos Vieu al frente de la orquesta estable alcanzó apreciable nivel , subrayando con gama de matices los momentos líricos y dramáticos de la genial partitura en tanto el coro estable dirigido por Hernán Sánchez Arteaga volvió a ratificar su ascendente momento con uniformes voces y matices. El coro de niños hizo lo propio en su intervención preparado Mónica Dagorret.
Sabido es que este dama operístico descansa fundamentalmente en la presencia de las voces solistas. Como una expresión verdiana de fuerte “pathos” y comunicación. Y en tal sentido la presencia del tenor chileno José Azocar demostró si brillar su característica de efectividad que en otras ocasiones le hemos conocido. Mas allá de una presencia actoral poco carismática, su voz dramática, efectiva, que en pasajes como el “Esultate!” o el “Ora e per sempre addio “ mostraron ese cariz y que en el lacerante “Nium mi tema” ,la escena de la muerte del Moro veneciano acentúo con sobria actuación y esmero.
La destacada soprano platense Paula Almerares dio relieve con una solvente actuación al lirismo de la “Canción del sauce” y la famosa plegaria “Ave Maria” del cuarto acto, con emisión límpida y de bellos perfiles, en esos momentos mas apropiados para su tipología vocal que los dramáticos del tercer acto, bien abordados no obstante.
Una figura saliente de la versión resultó el barítono oriundo de Ayacucho, en la provincia bonaerense, Fabián Veloz, que dio al maléfico personaje del alférez Yago la personificación que Boito acentuó en su formidable texto poético. El emblemático monólogo “Credo in un Dio crudel “ fue vertido con autoridad y eficacia de acentos, lo mismo que los diferentes momentos de su intervención cantados con voz plena , bien matizada, y con un trasunto sicológico ínsito al personaje que es eje vital en el drama.
El resto del “cast” interviniente tuvo meritorias actuaciones en la mezzosoprano Mariana Carnovali, el tenor Sergio Spina, el bajo Carlos Esquivel, Maximiliano Arguello y Mario de Salvo, entre otros.. Una versión entonces que amerita otro paso firme en esta temporada ,felizmente ingresada en características normalizadas del teatro platense, como hemos venido analizando en anteriores criticas
Néstor Echevarría